TLATOANIS: «A LA IMAGEN DE QUETZALCÓATL”, SEGÚN LÓPEZ PORTILLO

La competencia por la sucesión gubernamental de Veracruz entró en una etapa caliente y sabrosa luego de conocerse que el proyecto que pretende llevar al sillón principal de Palacio de Gobierno en el 2016 a Alberto Silva Ramos, dirigente estatal del PRI, no solamente es producto de una decisión o capricho local, sino que cuenta también con el respaldo de poderoso personaje político del gobierno federal.

Así como los senadores del PRI, José Francisco Yunes Zorrilla y Héctor Yunes Landa, como es sabido, cuentan con el padrinazgo político de Luis Videgaray Caso, Secretario de Hacienda; y Manlio Fabio Beltrones, dirigente nacional del Partido Revolucionario Institucional, respectivamente, Silva Ramos, se asegura, tiene el respaldo del influyente secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño, en sus aspiraciones para ser nominado candidato a la mini gubernatura en las elecciones del el año entrante.

La versión del gobernador Javier Duarte de Ochoa respecto a que en su más reciente visita el presidente Enrique Peña Nieto le otorgó toda la confianza para que conduzca el proceso electoral que culminara con la elección del candidato del PRI al gobierno estatal y el empoderamiento que en las últimas semanas ha alcanzado el jerarca priista, son señales que permiten suponer que lo de Alberto Silva Ramos no es ninguna jugada descabellada y que la puja por su nominación va en serio. Veamos:

En su más reciente artículo publicado en el Universal, titulado Veracruz: en nombre del Presidente. Retrato hereje, el periodista Roberto Rock dejó en el aire una interesante interrogante que ha encendido aún más los animos políticos veracruzanos ante la proximidad de la nominación del candidato del PRI al gobierno de la entidad:¿ El apego de Duarte por Silva Ramos es avalado por Nuño?: La respuesta llegará en unas cuantas semanas?” “En las semanas recientes el perfil del señor Silva ha sido aderezado con una faceta que otorga mayor densidad a este historial. El laboró como asistente cercano al entonces senador Fidel Herrera, y en tal tarea habría dado su primer trabajo político a quien a la sazón era un muy joven Javier Duarte.

Pero Silva-agrega el columnista Roberto Rock-tuvo otra cercanía afortunada en la persona de un colega de tareas, un asesor del senador Enrique Jackson que en este sexenio cobró especial notoriedad: Aurelio Nuño, Secretario de Educación e integrante del primer círculo presidencial. Nuño es, ¿Casualidades de la vida?, el representante del gobierno federal ante Veracruz”.

Aurelio Nuño como lo sabe bien la clase política del Estado de México, es hijo de un expresidente del Tribunal Superior de Justicia de aquella entidad, hombre cercano al grupo político del ex Gobernador Arturo Montiel Rojas, (tío del Presidente Enrique Peña Nieto), quien desde la judicatura mexiquense impulsó a su vástago Aurelio (politólogo egresado de la Universidad Iberoamericana) logrando colarlo al círculo cercano del entonces gobernador Peña.

Y es que a partir del nombramiento del joven Secretario de Educación Pública, para nadie es un secreto que junto con sus colegas de gabinete, Videgaray y Osorio Chong, Nuño es otro de los encartados para la sucesión de 2018 en pos de la Presidencia de la República, lo que le da un perfil político alto para operar en estados con la importancia de Veracruz, considerada como la tercera entidad de mayor peso por su abultado padrón electoral que resulta estratégico para el CEN del PRI y el gobierno federal emanado en este sexenio del partido tricolor

Citando al reconocido periodista Raymundo Rivapalacio, quien en su entrega del pasado 2 de diciembre denominada: “Crisis en los Pinos”, afirma que “..Después de todo Videgaray y Nuño son quienes están en su oído, (el del Presidente) y quien también podría estar, Osorio Chong, opta por no inmiscuirse. Al final, esta articulación le funcionará al Presidente mientras sus dos alfiles no necesiten que sus fieles en Los Pinos comiencen a operar con objetivos distintos a los que se les requirió cuando fueron nombrados. Es decir, el último tramo para 2018.”

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Silva Ramos,con el aparente apoyo del Secretario de Educación Federal,en una jugada maestra mató 3 pájaros de un tiro, pues por un lado, en muy poco tiempo alteró el tema de la sucesión a un escenario terciado, como una jugada de billar de 3 bolas en la buchaca, y de paso, atajó las versiones de que solo existían 2 candidatos a suceder al gobernador Javier Duarte de Ochoa (Héctor y José Yunes), y para curarse en salud, como el Pipila, se sacudió la pesada loza que cuesta espalda llevaba en la imagen de su primer impulsor, el ex gobernador Fidel Herrera Beltrán, quien exiliado de la política veracruzana a “valores entendidos”, y como alguna vez aseverará el ex presidente José López Portillo, “es obligación de los expresidentes y ex gobernadores al término de sus administraciones, entregarse a una inmolación política “semejante a la de Quetzalcóatl, quien después de haber sido un poderoso y sabio dios un día decidió prenderse fuego tras descubrir que había sido burlado por Tezcaltipoca”.

Asi debe de ser en un sistema político dondel presidente y los gobernadores son los principales protagonistas. Nadie puede hacer sombra al Presidente y a un Gobernador en turno, mucho menos los ex presidentes y ex gobernadores, personajes que precisamente por haber sido “Tlatoanis” pueden ser potencialmente peligrosos competidores. Por eso en la historia de los Tlatoanis estos legendarios personajes pasaban a un proceso de degradación, algunas veces brutal, al igual que desde el momento mismo en que los ex presidentes y los exgobernadores entregan la banda al sucesor respectivo.

En el caso del ex gobernador oriundo de Nopaltepec, fue enviado al servicio exterior al viejo continente, con la consabida misión de representar al consulado mexicano en la ciudad de Barcelona España, pero con el soterrado mensaje político de mantenerse al margen de las decisiones que solo conciernen al Presidente priísta en turno (principal Tlatoani) quien como se ve, descargará algunas encomiendas relativas a la sucesión en el actual gobernador Javier Duarte de Ochoa.

Empero, en la selección de candidato al gobierno de Veracruz, pesarán definitivamente las negociaciones que ante el presidente Peña Nieto logren realizar con éxito Videgaray, Nuño y Beltrones, para sacar adelante al candidato de sus preferencias.

Habrá que estar pendientes.

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