Es imposible hablar de un solo tema en estos días cuando este año ha empezado bastante movido. Para quienes somos cinéfilos y nos gusta el Show Bussines en general, quizá la nota principal han sido los Globos de Oro (Golden Globe Awards) que otorga la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood a lo mejor de la industria del cine y la televisión en los Estados Unidos y a nivel mundial, y que en el caso de nuestros paisanos Alejandro G. (González) Iñárritu y Gael García Bernal los recibieron, el primero por Mejor Película de Drama y Mejor Dirección por El renacido (The Revenant), y el segundo por Mejor Actor de Serie de Comedia o Musical por Mozart in the Jungle. Ya hablamos también de la muerte del camaleón, David Bowie y ya dimos algunas impresiones acerca de lo que su muerte nos provocó, sin embargo, no está por demás recalcar que su desaparición física la sentimos de veras, vamos a extrañar al arlequín. El otro tema que no podemos dejar de comentar es el de la recaptura del Chapo, que era más que una obligación de parte del Gobierno Federal después de la vergonzosa fuga ocurrida el 11 de julio del año pasado del penal de Puente Grande. Ahí falló todo, desnudó al raquítico y penoso sistema penitenciario federal, y a todos los protocolos de seguridad en la materia. Como ya dijimos, era un imperativo echarle el guante nuevamente al delincuente y qué bueno que este cometido se logró el pasado lunes 11, por lo demás, penoso el espectáculo que ofreció en cadena nacional el cuerpo consular mexicano acreditado en el extranjero, cuando se puso a entonar eufórico el Himno Nacional después del anuncio de la captura de Guzmán Loera como si el gobierno hubiera realizado un acto heroico, perdón pero qué mal se vieron nuestros embajadores y cónsules. Por otra parte y a riesgo de pecar de procaces, no se puede dejar de mencionar que en el escándalo mediático que rodeó la captura del capo, en donde se vieron inmiscuidos Sean Penn y Kate del Castillo, la reflexión que queda es “que la falda es la falda”, y es que es sabido y recontrasabido que el sexo femenino es una de las principales debilidades de Guzmán Loera, y esa debilidad probablemente contribuyó en mucho para lograr su captura. Finalmente, el Estado de la Nación que dio Barack Obama al Congreso de los Estados Unidos ayer, en donde se confirma como un presidente estrella, carismático, gran orador, dueño de la escena, lo van a extrañar los estadounidenses. Destacaríamos dos cosas nada más de los ocho años del Barack al frente del gobierno del vecino país del norte: primero, va a entregar al próximo (¿próxima?) presidente de su país una nación radicalmente distinta de la que le entregó a él George H. Bush y, segundo, en contra de todo lo que se pudiera decir en contra de él y de su gestión, fue un presidente pacifista. El informe merece un análisis aparte. Lo escribe Marco Aurelio González Gama, directivo de este portal.