SE TIENE que recordar constantemente que los campesinos de todo el país, están a la espera, todavía, de que sean reivindicados.
No insistiremos más en decir que ellos son el estrato poblacional más jodido de México, pero es justo que de una buena vez se comience a mirar al campo veracruzano, así como a todos sus hombres que lo trabajan, para cumplir, primero, una promesa que se vino haciendo a través de los tiempos con todos ellos y segundo, porque el país requiere, sin duda, otras fuentes de ingresos que no sean, solamente, el petróleo y las divisas norteamericanas.
México, aunque nadie lo quiera ver de esta manera, esta sufriendo.
Sus habitantes ya no viven, sobreviven, porque los salarios y los recursos que obtienen por otros conceptos, ya no son suficientes para lograr superar las metas planteadas en cada familia, pues hay que entender que actualmente se vive una crisis económica que ya no permite lujos, ni siquiera una vida digna, pero cuando menos que sirva para poder subsistir.
Pero de todos esos habitantes que hoy se encuentran sorteando la posibilidad de sobrevivir, el sector más castigado, más marginado, más olvidado, es el de los campesinos de México, especialmente, refiriéndonos a los de Veracruz, donde tienen que pisar la tierra descalzos, porque ya no existen esperanzas de poder medio calzar a la familia.
Hablamos, desde luego, de este importante grueso de la población veracruzana, la que no ha sido atendida por nadie, porque no son, en principio, redituables para las autoridades, estos asuntos que tienen que ver con estas familias que, también lo hemos señalado, son mexicanos y veracruzanos de primera, porque en este país, supuestamente, la discriminación no existe.
Los grandes organismos que se habían avocado a la defensa de los campesinos de México y Veracruz, han desaparecido o están por desaparecer, porque fueron utilizados, solamente, como membretes para las posiciones políticas de sus más encumbrados dirigentes.
Por eso, cuando se hizo la renovación de los cuadros en la dirigencia estatal de la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos del Estado, vino la esperanza de que hubiera alguien, del mismo sector, que pusiera la camiseta del campo veracruzano, lo defendiera y buscara, por todos los medios, la superación, por fin, de las familias campesinas de Veracruz.
En ese sentido, Juan Carlos Molina, actual Presidente de este organismo agrario, aún sin que nadie de los campesinos veracruzanos, lo conociera, se consideró parte de esta esperanza, ya que la organización fundada por Ursulo Galván Reyes, había permanecido sin dirección alguna y sin que hubiera alguien con profunda convicción agrarista que se pusiera al frente para trabajar al lado de los campesinos veracruzanos.
Sin embargo, hasta la fecha, no se ha sabido del trabajo que se este realizando, pues se tiene entendido que ni siquiera los Comités Regionales Campesinos, tampoco los Comités Municipales, han sido renovados, supuestamente por haberse atravesado el proceso electoral de la sucesión gubernamental en la entidad.
Hambrientos y espera de los apoyos necesarios, los campesinos veracruzanos, son los primeros que reciben las difíciles condiciones económicas del país, generadas, dicen, por la baja del petróleo y el alza inmoderada del dólar. La verdad de las cosas, es que todo apunta a una mala administración en la que han caído, tanto la federación como el Estado, y consecuentemente, también los municipios existentes.
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HECTOR YUNES LANDA, como seguro candidato del Partido Revolucionario Institucional, a la gubernatura del Estado, ya ha comenzado a cargar sobre sus espaldas, la difícil situación económica del Estado, y consecuentemente, del mismo partido político que lo postula.
Amadeo Flores Espinoza, al tomar posesión de la Presidencia del Comité Directivo Estatal de esta organización política, tuvo que hacerlo en un acto meramente austero, sin mayor inversión, donde la militancia acudió por sí misma y dio claro ejemplo de su participación, pero sobre todo, dio claro ejemplo de la confianza que existe entre dirigentes y militantes.
El acto que se llevó a cabo recientemente, fue un acto sencillo. No hay dinero para más, es decir, para realizar eventos de gran envergadura.
Esto quiere decir que las cuestiones políticas relativas a la campaña política, comienzan a tener dificultades de dinero, pero no en la participación activa de su militancia, la cual esta lista, como lo manifestó claramente, para luchar por el triunfo electoral.
Sin embargo, este es el principio que ya esta viviendo el propio candidato a la gubernatura del Estado. Héctor Yunes Landa, lo sabe y esta consciente de lo que tiene que enfrentar para lograr salir airoso en las elecciones, pero también para gobernar un Estado, en tan solo dos años.
Si el gobernador Javier Duarte de Ochoa, manifestó hace algún tiempo, que le había tocado bailar con la más fea, refiriéndose, sin duda, a los graves problemas económicos de la entidad, entonces que habrá de esperar Yunes Landa, cuando su tiempo para gobernar a Veracruz, es menor y con más dificultades económicas que las actuales, es decir, las que le tocaron y le siguen tocando al ejecutivo Estatal, en turno.
Así las cosas.
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NADIE PUEDE HACER más de lo que puede.
Y esto parece sucederle al Secretario de Desarrollo Agropecuario, Ramón Ferrari Pardiño, el dos veces responsable de esta importante área de la administración estatal.
El funcionario ha luchado, ha trabajado seriamente en esta dependencia, donde ya conoce a la perfección todos los vericuetos que existen en esta actividad, pero que, como en todos lados, no tiene los recursos económicos suficientes para responde eficazmente a todas las demandas del sector productivo de la entidad.
Aún así, ha salido adelante. Ha cumplido con cada uno de los productores, aunque muchas veces en su esfuerzo, vaya también, gran parte de su propio sacrificio personal.
Ferrari Pardiño, como casi todos los funcionarios de filiación alemanista, fueron a cumplir con una tarea, con una responsabilidad difícil en estos tiempos, pero han sabido mantenerse firmes, cumplidores, trabajadores y honestos en el objetivo de coadyuvar con el gobierno, con quien lo preside y finalmente, con todos los veracruzanos.
Sin embargo, dadas las condiciones económicas en que se desenvuelve la presente administración, hace lo que puede.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.
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