En víspera de cumplirse los noventa años en que el General Heriberto Jara Corona, Gobernador Constitucional de Veracruz, el primero de mayo de 1926; pusiera la primera piedra para la fundación de la Universidad Veracruzana, en compañía del Secretario de Educación Pública del gobierno encabezado por el General Plutarco Elías Calles. Nuestra Universidad sufre la peor crisis financiera desde su fundación en el año de 1944, siendo gobernador del estado, Jorge Cerdan Lara, el último que fuera electo para un cuatrienio, en el ejecutivo federal se encontraba al frente el General Manuel Ávila Camacho, 1940 a 1946.
La historia de la ciudad de Xalapa del siglo XX no se puede explicar sin la presencia de la Universidad Veracruzana, para confirmarse su sobrenombre de la Atenas Veracruzana, ya desde 1886 con la fundación de la Escuela Normal Veracruzana y en 1929 la integración de la Orquesta Sinfónica de Xalapa. Miles de historias de veracruzanos y no se tejieron bajo la sapiensa de los campus universitarios en la ciudad capital de Veracruz. No solo transformó la arquitectura de la ciudad sino el ambiente cultural y deportivo.
El pasado jueves diez de marzo, en la magna concentración en favor de la UV, bajo la lluvia me decía una mujer de la tercera edad, «Guille» no importa mojarme gracias a la Universidad mi familia y yo hemos comido por décadas, gracias a los pupilos, estoy con mi universidad. Nadie detuvo la marcha a favor de la UV, ni la lluvia ni el frio, ni mucho menos las manos del Gobierno del Estado.
La Universidad Veracruzana, ha sido uno de las universidades más importante del sureste mexicano, donde se han formado miles de estudiantes de la República no sólo nosotros los veracruzanos sino de otros estados como Tabasco, Oaxaca, Campeche. Rectores de la talla de Gonzalo Aguirre Beltrán, Fernando Salmerón, Rafael Velasco Fernández, Roberto Bravo Garzón, Rafael Hernández Villalpando y Víctor Arredondo, han dado lo mejor de ellos durante sus administraciones, siempre supieron velar por el interés supremo de la educación superior para los Veracruzanos. La doctora en antropología Sara Ladrón de Guevara González, universitaria de sangre, sobrina política del ex rector Fernando García Barna, hija de uno de los grandes pianistas Veracruzanos como lo fue Raúl Ladrón de Guevara. Xalapeña de nacimiento, egresada de la carrera de antropología de la UV, ex directora del museo de antropología, con estudios de postgrado en el extranjero. En septiembre de 1997, se convierte en la primera mujer Secretaria Académica durante el rectorado del Dr. Víctor Arrendando Álvarez. En año 2013 se convierte en la primera mujer en ocupar el cargo de Rectora, como siempre abriendo camino.
Sara Ladrón de Guevara González, recibió una universidad ya saqueada y ultrajada por la demagogia política y económica de sujetos como Raúl Arias Lobillo, el primer rector izquierdista y que actuó mucho peor. Se le reconoce a la rectora actual, en todos estos meses haya actuado como cómplice de todos los enemigos de la Universidad, en la total simulación, de líderes charros del sindicalismo al servicios de grupúsculos de poder políticos, muy alejados del mejoramiento de la vida académica. Hoy que la crisis que tiene sumergida a la economía estatal, nuestra universidad, no tuvo otra alternativa que salir a la calle a exigir los adeudos. Ladrón de Guevara se vio obligada a convocar a todos los universitarios para los reclamos justos. Yo tenía mis dudas que fuera a salir, como lo hizo el Doctor Javier Barros Sierra en 1968, logrando pasar a la historia de nuestra país por su defensa al movimiento estudiantil de hace casi 50 años.
Como no salir a marchar solidariamente con la Universidad que me formó como historiador, que me dio mis primeras becas como ayudante de investigador y de los primeros proyectos de investigación, mis primeros sueldos como docente en las diferentes facultades, y la gran deuda de haber sido becado en la Universidad Complutense de Madrid para los estudios del doctorado y de la maestría en la Universidad Internacional de Andalucía, en campus de Santa María de la Rábida, gracias al programa de becarios distinguidos que existía en aquellos años. Estoy en deuda con mi alma mater, y salir a exigir el pago de los adeudos financieros, que la actual administración ha sometido a la economía estatal, entiendo que el Gobernador no fue formado por la UV y toda su tradición educativa y cultural, por eso no hay amor hacia ella. Ningún gobernador desde Jorge Cerdan, Adolfo Ruíz Cortines, Ángel Carbajal, Marco Antonio Muñoz Turnbull, Antonio M Quirasco, Fernando López Arias, Rafael Murillo Vidal, Rafael Hernández Ochoa, Agustín Acosta Lagunes, Fernando Gutiérrez Barrios, Dante Delgado, Patricio Chirinos Caleros (otorgó la autonomía) Miguel Alemán Velasco, Fidel Herrera Beltrán, nunca escatimaron nada para la grandeza de nuestra universidad. Muchas veces se supo que era una caja chica de los gobiernos en turno, pero siempre hubo el cabal cumplimiento en las finanzas.
Esperemos que esta crisis que vive la universidad, sirva para hacer una reingeniería para limpiar a la universidad de los aviadores, no importando su posición en el gobierno del estado, como recuerdo a Flavino Ríos Alvarado, que como investigador trabajaba los fines de semana en su instituto, que buenos fuera eliminar de la Universidad al sindicalismo, ese mismo que aprueba a espalda de los trabajadores el desmantelamiento del instituto de pensiones del estado. Así como transparentar cada peso que ingresa como también cada plaza, no era justo que un bufón deportivo ganara más que cualquier docente-investigador.
Con las nuevas tecnologías, miles de fotografías desde los teléfonos celulares, selfis para dejar testimonio de la participación en la histórica marcha, como también las grabaciones desde las tablets, con la consigna de dejar testimonio de cuando la Universidad Veracruzana salió a reclamar los adeudos: http://www.martinezalarcon.info/2016/03/en-defensa-de-la-uv-sara-ladron-de.html
Con el grito «Universidad Veracruzana, por que te quiero por eso te defiendo » y la rectora, con este discurso se dirigió: Nos deben el derecho a soñar, la esperanza de un mejor futuro, la confianza en las instituciones, una juventud sin miedos. Nos deben a los desaparecidos, la paz de los violentados y la de sus familias… Con la esperanza que el rescate de la UV no sea traicionado por la propia rectora.