El presidente Enrique Peña Nieto remitió al Senado para su aprobación, reformas a la Ley General de Educación que modifican el calendario escolar, para establecer una duración mínima de 185 días y una máxima de 200 días efectivos de clases.
En la Gaceta Parlamentaria se publicó la iniciativa que reforma los artículos 13, 51, 53 y 69 de la norma, establece que hoy día existe evidencia robusta que sugiere una mayor importancia de la duración de la jornada escolar sobre el tiempo del ciclo lectivo.
En la exposición de motivos de su propuesta, el Ejecutivo Federal recuerda que se tomó la decisión de ampliar los días del calendario escolar de 180 a 200 días, tras la suscripción del Acuerdo Nacional para la Modernización Básica en mayo de 1992.
Asimismo, el argumento consistió en que con más días de clase, la calidad de la educación automáticamente mejoraría. Sin embargo, ese enfoque dejó de lado el aspecto central de la duración de la jornada escolar diaria y lo que en ese tiempo se realizaba en las escuelas.
Además, se expone que desde entonces a la fecha, la investigación educativa y de la neurociencia ha ido aportando información y evidencia empírica de nuevas formas efectivas de aprendizaje, de prácticas innovadoras en las aulas y las escuelas.
El mandatario federal resalta el hecho de que en la actualidad, la irrupción de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación se ha vuelto un componente extracurricular muy importante del proceso de aprendizaje de los alumnos.
Ello, frecuentemente compite con los procesos formales de adquisición de información y conocimientos que se imparten en la escuela.
Expuso que hoy parece claro que en materia de calendario escolar, la variable más eficiente no es su extensión, sino el máximo aprovechamiento del tiempo escolar de cada día para ofrecer a los alumnos múltiples posibilidades de desarrollo y aprendizaje.
Se argumenta que en base en los resultados de diversas pruebas internacionales, no parece haber una correlación positiva entre la actual duración del ciclo lectivo y el éxito escolar, porque no se usa eficientemente el total del tiempo de clases ni se logra involucrar activamente al total de alumnos en ellas.
Igualmente se subraya que antes de realizar ajustes al calendario escolar, se escuche la opinión de los Consejos Escolares de Participación Social en la Educación, en su carácter de instancias de consulta, cuyo objeto en términos de lo previsto en la Ley General de Educación, es participar en actividades tendientes a fortalecer y elevar la calidad de la educación pública.
Dentro de La iniciativa se hace referencia de que en los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, el promedio de días clase por ciclo escolar en educación primaria es de 185 días con 791 horas de instrucción obligatoria. En México, las cifras comparables son superiores 200 días y 800 horas, respectivamente.
La revisión comparada de esta información establece que los países con los mejores puntajes en las pruebas internacionales del Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA), tienen por lo general menos días y horas en sus calendarios escolares que México.