La bióloga mexicana María del Rocío Vega Frutis fue condecorada hoy por su trabajo sobre los hongos en la biodiversidad de los ecosistemas de montaña con el premio que otorgan L’Oréal y la Unesco a jóvenes mujeres científicas.
Segunda mexicana en lograr esta beca en su categoría internacional, Vega Frutis, de 40 años, desarrolla su labor en bosques de montaña mexicanos, que reúnen una de las mayores tasas de biodiversidad por área del país y también albergan cultivos de café.
En estas zonas, la científica estudia el papel de un hongo primitivo que crece en simbiosis con las plantas, favoreciendo su crecimiento, y, por ende, la riqueza biológica, explica a EFE.
Vega Frutis trata de hacer sostenible la plantación de café, que amenaza la supervivencia del hongo, con la conservación del ecosistema, para lo que propone la creación de sitios libres de cultivos.
El apoyo recibido hoy por esa labor reconoce por parte de L’Oréal y la Unesco la excelencia de investigaciones científicas emprendidas por mujeres, de quienes ella lamenta su escasez en los “puestos principales”.
“En la UNAM, la universidad más importante de México en investigación, nunca ha habido ninguna rectora”, prosigue la experta.
Investigadora en la universidad mexicana de Nayarit, en el oeste del país, denuncia la mentalidad que acusa a las mujeres de “descuidar a su familia cuando se dedican a su profesión”.
Por eso resalta la importancia de la beca que se le concedió hoy, dotada con 15 mil euros, para promover su labor.
Escogida como joven promesa junto a otras 14 científicas entre cerca de 230 candidaturas, la investigadora alude asimismo a los obstáculos que acechan a su sector en México.
Crítica, cita como principales trabas el “bajo número” de investigadores, la “ignorancia” en cuestiones científicas y la “falta de continuidad” de las políticas nacionales en materia de ciencia.
Desde su creación en 1998, el programa L’Oréal-Unesco ha condecorado a 92 científicas y apoyado la labor de cerca de 2 mil 400 investigadoras prometedoras.
