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EFE

Alrededor de 600 hombres viven la vida de The Revenant, la película de Alejandro González Iñárritu protagonizada por Leonardo Di Caprio, en las montañas de EU, donde pasan temporadas con la única compañía de una naturaleza que les provee de víveres y abrigo.

Son los miembros de pleno derecho de la asociación The American Mountain Men (AMM), creada en 1968 y dedicada al estudio y la preservación del estilo de vida de los pioneros o “frontierman” que sobrevivían en las montañas del país en el siglo XIX y a menudo en las circunstancias más adversas.

Aunque son miles los “amigos” de la asociación que reciben puntualmente la revista The Tomahawk & Long Rifle, solo varios centenares cumplen con los requisitos necesarios para ser miembros de pleno derecho.

Los aspirantes tardan unos dos años de media en superar una veintena de pruebas que incluyen técnicas de caza y pesca, habilidades para encender fuego en cualquier circunstancia, así como el manejo de las armas propias de la época, explicó a Efe el jefe de registro de la asociación, Daniel Cripps.

También deben ser capaces de convertir la piel de animal en abrigo y conocer las especies que les rodean, además de aguantar en largas travesías a caballo o navegando en canoa, relató.

Paradójicamente, la prueba que más se “resiste” a los candidatos es menos física de lo que uno podría esperar. Cripps cuenta que el estudio escrito sobre la vida de los pioneros que deben realizar a modo de trabajo de “fin de curso” es la peor pesadilla de los rudos hombres que quieren formar parte de esta hermandad.

Para Cripps, en la línea de lo que cuenta el capitán del consejo nacional de la AMM, Jim Hannon, lo mejor de vivir en comunión con la naturaleza al estilo de hace dos siglos es “sentirse parte del medio”.

“Levantarte y tomar un baño en el río. Comer lo que se recoge o se pesca y sentirse en unión con la naturaleza. No se puede comparar con nada”, cuenta a Efe Hannon, de 35 años y vinculado a la hermandad desde los 18.

El capitán explicó que con el código de la asociación en la mano, las mujeres no pueden ser miembros, aunque muchas participan en actividades puntuales y algunas esposas de miembros han formado el grupo Fair Trade.

En el código de la American Mountain Men se prevén objetivos como “tomar de la naturaleza solo lo necesario”, “ser independiente y solo pedir ayuda a otros como último resorte”, “cuando llegue a un lugar advertir si hay otras presencias y anunciar la mía” o “en una situación de lucha por la supervivencia, estar dispuesto a dividir la comida y agua con otros”.

Uno de los cinco hombres que fundaron la American Mountain Men, Walt Hayward, lamenta en la breve historia en la web de la organización que los hombres de las montañas son “pioneros olvidados de la historia de América”.

Uno de esos tramperos o “frontierman” fue Hugh Glass, al que ha dado vida en el cine Di Caprio en The Revenant.

Glass pasó a la historia por sus hazañas en Oeste de EU en el primer tercio del siglo XIX, incluido un legendario viaje en el que fue herido por una osa grizzly.

Preguntados sobre su visión de la lealtad a la vida de estos hombres de la película, tanto Cripps como Hannon alaban la ambientación del filme y una fotografía tan bella como la propia naturaleza, pero advierten que la cinta es poco rigurosa a la hora de contar la historia de Glass.

“Por supuesto hay mucho Hollywood en The Revenant. Ni mataron a un hijo que tuvo con una nativa americana ni luego dio muerte a su enemigo y además no hacía tanto frío en su mítico viaje porque no era invierno sino verano”, apuntó Cripps.

La película que le reportó a Di Caprio y González Iñárritu sendos Óscar ha conseguido aumentar el interés por la asociación y sus actividades, contó Cripps, que dijo que será con la llegada del verano cuando se puedan extraer conclusiones sobre la repercusión real de The Revenant en la extensión de la asociación.

También quisieron recordar que no es la primera vez que estas historias se llevan al cine. Charlton Heston y Brian Keith protagonizaron ya The Mountain Men y John Huston y Richard Harris ya llevaron al cine las aventuras de Glass en Man in the Wilderness.