En la zona centro de Veracruz hay tres municipios significativos por su conurbación y por sus constantes discusiones sobre cuál es el mejor. Supongo que en todo el mundo dos ciudades casi colindantes y la que queda en medio siempre traen algo de competencia entre ellas.
En primer lugar está Orizaba, la cual lleva tres alcaldías dedicadas a mejorar el municipio, con el Emperador Juan Manuel Diez, Hugo Chaín y de nueva cuenta el Emperador. En Córdoba el único que ha repetido ha sido Paco Portilla, y ahora las comparaciones con Orizaba se vuelven muy álgidas, como si el actual alcalde fuera el responsable de las diferencias en desarrollo y belleza estética entre ambos municipios. En medio de ellas está Fortín, a quien únicamente usaremos como referencia, ya que no se compara ni en tamaño ni en desarrollo, ni en presupuesto con las otras dos.
Sin embargo no se puede ni se debe comparar a Orizaba con Córdoba, pues cada municipio tiene características propias y muy disímbolas con respecto del otro. Por ejemplo: Orizaba cuenta con 28 kilómetros cuadrados de fundo legal, y todo el municipio está ocupado por la mancha urbana. Orizaba ya no va a crecer, y todo su presupuesto lo puede ocupar para la prestación de servicios del ayuntamiento y para mejorar la infraestructura existente, pues ya no demanda más obras.
Por su lado, Córdoba es un gigante territorialmente hablando si lo comparamos con Orizaba, pues es cinco veces mayor, tiene 139 kilómetros cuadrados de superficie, con enormes extensiones rurales, lo cual significa que es una ciudad en crecimiento, con infinidad de demandas actuales y futuras de nueva infraestructura, razón por la cual, las prioridades del manejo de su presupuesto son diferentes.
Otra diferencia importante es la densidad de población, pues mientras Orizaba cuenta con 4,321 habitantes por kilómetro cuadrado, mientras que Córdoba cuenta con 1,342. Es decir, la población de Córdoba esta mucho más dispersa, lo cual implica mayores costos para llevar servicios de agua, drenaje, pavimento, etc., mayor cantidad de metros cuadrados y lineales para poder llegar a todos los pequeños centros de población del municipio.
El presupuesto de Orizaba, Córdoba y Fortín para 2016, es de 462, 494 y 113 millones de pesos respectivamente. Si se hace un análisis por habitante obtenemos los siguientes resultados: Orizaba cuenta con $3,850.00 por habitante, Córdoba $2,520.00 y Fortín $1,883.00 per cápita en su presupuesto 2016.
Si hacemos el análisis en función de presupuesto por kilómetro cuadrado de superficie, Orizaba cuenta con 16.5 millones de pesos, Córdoba con $3.5 millones de pesos y Fortín con 1.6 millones de pesos.
Si consideramos que Orizaba ya no crece en servicios municipales, y consideramos la cantidad de dinero por kilómetro cuadrado con que cuenta en su presupuesto anual, podemos entender claramente que con el correr de los años, será una ciudad embellecida y con excelentes servicios, mientras que Córdoba seguirá luchando por atender las demandas que su propio crecimiento poblacional le exijan.
Independientemente de dejar aclarado que ambas ciudades no se pueden comparar, como no se puede comparar el ingreso y gasto de un preparatoriano con el de un profesional ya maduro, también surgen otros cuestionamientos y análisis interesantes de estas cifras.
El primero es que la desigualdad de asignación de presupuesto es brutal en todo el país. Hay ciudades que reciben muchísimo presupuesto en función de su territorio o de su número de habitantes, mientras que otras ciudades, son discriminadas y reciben mucho menos. Lo cual lleva a reflexionar y hacer ver a los diputados federales que la fórmula de asignación de presupuesto es inequitativa para todos los municipios de México, y a su vez genera una ampliación en la brecha de desigualdad entre unos y otros.
La mencionada fórmula debiera considerar la superficie, el número de habitantes, y el crecimiento potencial. Y no se trata únicamente de dañar a Orizaba o quitarle recursos, sino que acorde a la filosofía del federalismo, no es correcto asignar un presupuesto excedido a una ciudad que de por sí ya es bella y tiene satisfechas las necesidades básicas de su población, mientras que hay municipios que carecen de lo indispensable. Y pienso de entrada en Naranjal, que no tiene una eficiente red de agua potable, no tiene dinero ni para adquirir una bomba para su sistema de bombeo, no tiene todas sus calles pavimentadas y es un municipio con muchas necesidades.
Además llegado el momento, cuando ya se no se tenga en que gastar el presupuesto de un municipio rico, se puede llegar a extremos como gastarlo en lo superfluo debido a la obligación de aplicar todo el ingreso a gasto en cada ejercicio.
El nivel de vida de Fortín es inferior en cuanto a calidad y servicios que el de Córdoba que a su vez es inferior al de Orizaba, y resulta que no hay más de 20 kilómetros entre uno y otro.
Espero que esta colaboración acabe las dudas y competencias entre ciudades hermanas, ya que no es posible comparar peras con manzanas, salvo en la mente de personas desinformadas.
www.josecobian.blogspot.com elbaldondecobian@nullgmail.com @jmcmex