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EFE

La complacencia de las autoridades búlgaras con las primeras bandas nacionalistas que patrullaban la frontera con Turquía para detener a inmigrantes ilegales se ha convertido en un problema ante la proliferación de estas partidas que buscan celebridad.

Las autoridades han tenido que intervenir después de que un nuevo grupo nacionalista, denominado “Destacamentos civiles para defender a las mujeres y a la fe”, difundiera el lunes un video sobre la “detención” de tres aterrorizados inmigrantes, a los que esposaron y amenazaron, las autoridades han tenido que intervenir.

En ese video, grabado el domingo, se observa a varios individuos enmascarados y vestidos con ropa militar esposando a tres inmigrantes a los que amenazan en un precario inglés con frases como “Regren a Turquía” y “Bulgaria no es para ustedes”.

Los nacionalistas confesaron más tarde que devolvieron a los inmigrantes a suelo turco, algo ilegal.

La ministra del Interior, Rumyana Bachvarova, condenó esa acción y aseguró que a partir de ahora la policía vigilará tanto que inmigrantes ilegales no crucen la frontera como que esos grupos nacionalistas no actúen.

“Es inaceptable que cualquier civil que pretende ser patriota y que dice estar de paseo en una zona fronteriza, decida retener y devolver a inmigrantes”, escribió Bachvarova en su cuenta de Facebook.

Varios medios búlgaros informaron de que estas partidas de civiles están vinculadas con mafias locales y que roban el dinero y las posesiones de valor de los inmigrantes.

Revelaron que detrás del último video está Petar Nizamov, de 31 años, un vecino de la ciudad de Burgas, condenado en el pasado por palizas y venta de drogas.

“Saltaron de los arbustos y nos atacaron. Los inmovilizamos con técnicas de defensa personal, sin golpearles. Los atamos con tiras de plástico porque eran agresivos”, explicó hoy Nizamov a la televisión Nova tras reconocer que es el autor del video.

Según su relato, intentó llamar a la policía y como no había cobertura decidieron acompañar a los inmigrantes hasta la frontera turca, situada a un kilómetro, donde los liberaron y obligaron a cruzar en dirección a Turquía.

“Paseamos por la zona fronteriza para proteger a la patria de inmigrantes ilegales y policías corruptos”, explicó Nizamov.

La Fiscalía regional de Burgas ha abierto una investigación por “detención ilegal de tres inmigrantes de Afganistán cerca del pueblo fronterizo de Zvezdets”.

Según el comunicado de la Fiscalía, el Código Penal prevé una sentencia de hasta 6 años de cárcel y la policía ha dado con los inmigrantes y los interroga para que identifiquen a sus agresores.

La semana pasada otro grupo de nacionalistas, que se define como “Organización para la protección de los Ciudadanos Búlgaros”, retuvo a 23 inmigrantes de Afganistán en una zona cercana.

La misma organización convocó a finales del marzo una manifestación en apoyo de Dinko Valev, un vendedor de piezas de repuesto de autobuses que detuvo en la misma zona a un grupo de refugiados sirios y se convirtió en una celebridad nacional, apodado por los medios como “el cazador de inmigrantes”.

Valev, que se presenta como un patriota y dice que el país necesita a más gente como él, ha sido entrevistado por numerosos medios internacionales y solo era cuestión de tiempo que salieran otros émulos a la búsqueda de fama.

En una encuesta de la televisión estatal BNT difundida el lunes el 84 % de los interrogados apoyaron estas milicias civiles y sólo el 16 % se mostró en contra.

El Gobierno búlgaro teme que los inmigrantes bloqueados en Grecia puedan dirigirse a su territorio, por lo que ultima una valla de 160 kilómetros en la frontera turca.

El primer ministro, el conservador Boiko Borisov, lejos de escandalizarse por la acción de estas bandas, les dio las gracias e incluso ordenó condecorar la semana pasada a los que detuvieron al grupo de 23 inmigrantes afganos.

“Hablé personalmente con ellos y les di las gracias. El Estado es de todos y aquel que nos ayude en su protección merece agradecimiento”, declaró Borisov a los medios el domingo.

Tras una orden del mandatario búlgaro, el director de la Policía Fronteriza, Antonio Angelov, se entrevistó con miembros de esa organización y los condecoró.

Más tarde, Borisov escribió en su cuenta de Facebook que sus declaraciones habían sido malinterpretadas.

“El Estado no tolerará ninguna violación de los derechos y ningún tratamiento inhumano”, escribió el mandatario búlgaro.

No obstante el Comité Búlgaro de Helsinki, una ONG de defensa de los derechos humanos, criticó que Borisov haya “expresado apoyo a las redadas de caza de inmigrantes”.