“Antonio y Cleopatra.”

“Él no es de un siglo, sino de todos los tiempos.” Con estas sabias y puntuales palabras Ben Jonson nos presenta a uno de los escritores más importantes de las letras universales, registrado originalmente con el nombre de Gulielmus Filius Johannes Shakespeare, mejor conocido como William Shakespeare, de quien en el presente año estaremos conmemorando los cuatrocientos años de su muerte, porque fiel a las palabras de Ben Jonson, Shakespeare es un escritor de todos los tiempos.
Shakespeare fue un gran dramaturgo y poeta, pero realmente con el género que se consagró como el escritor más importante de lengua inglesa fue con la dramaturgia, sus obras son universalmente conocidas, hasta el menos experto en la obra de Shakespeare estoy seguro que ha escuchado títulos como: Romeo y Julieta, Hamlet, hablando de obras dramáticas o El Sueño de una noche de verano, refiriéndonos a sus famosas comedias. Sin embargo, aún hay mucho más por conocer de Shakespeare y en esta ocasión me referiré a una de las tragedias, tal vez, menos representada, pero igual de atrapante y clásica, me refiero a la obra: Antonio y Cleopatra.
La obra fue publicada en el año 1606, si bien Antonio y Cleopatra es ubicada dentro de las grandes tragedias de Shakespeare, es importante señalar que la obra va a narrar un drama histórico sucedido entre los años 40 al 30 a. C. Los personajes centrales son Antonio quien al inicio fue un destacado General de la República Romana, y Cleopatra Reina de los egipcios.
Antes de entrar al desarrollo de la obra de teatro, de manera general comentaré el hecho histórico que va a narrar. Cayo Julio Cesar fue un militar y político romano que tuvo un fuerte ascenso en el poder hasta llegar a conformar el primer triunvirato junto a Pompeyo y Craso. En éste contexto de su vida política Julio Cesar conoció y se alió con la hermosa Reina de Egipto Cleopatra, entre estos personajes existió una relación amorosa e incluso Cleopatra tuvo un hijo de Julio Cesar. En el año 44 a.C Julio Cesar fue asesinado, Roma vivía momentos de crisis política y con la muerte de Julio Cesar, Cleopatra se quedó desprotegida para detener las ambiciones de invasión que tenía Roma sobre Egipto.
Marco Antonio en la época de Julio Cesar se había convertido en un destacado General, además, fue amigo cercano de Julio Cesar, con el asesinato del Cesar, la figura de Marco Antonio creció enormemente y con el transcurso de los años integró el segundo triunvirato junto a Cesar Octaviano y Marco Emilio Lépido.
Marco Antonio estaba casado con Fulvia, siendo el hombre más poderoso del segundo triunvirato, Marco Antonio conoció a Cleopatra quien buscaba consolidarse como Reina de Egipto. Desde el primer momento que se conocieron surgió entre estas dos figuras históricas un amor y romance que ha pasado a la historia como una de las relaciones más apasionadas. Una vez enamorado, Marco Antonio prácticamente vivía en el Palacio de Alejandría donde gobernaba Cleopatra, la vida de Marco Antonio giraba sólo entorno a su amor, el pueblo romano siempre vio de manera despectiva a Cleopatra, era vista como bruja, hechicera, etc.
Con el breve contexto antes platicado, Shakespeare de manera brillante escribió la tragedia de Antonio y Cleopatra. La obra se compone de cinco actos, en los diversos actos conoceremos no sólo el drama histórico, Shakespeare en esta magistral obra aprovecha para acercarnos a dos figuras emblemáticas las cuales son retratadas de carne y hueso, es decir, conoceremos desde la pluma del escritor inglés las grandezas y miserias de dos personajes que se amaron y al mismo tiempo se dañaron.
Cleopatra en la obra es descrita no tan sólo como una mujer hermosa y de poder, la Reina de Egipto tiene tantas virtudes que quien se enamora de ella casi resultará imposible que deje de amarla, es una mujer fogosa, con criterio amplio y actitud firme. Es por ello que en el acto segundo, escena primera, dos amigos cercanos de Marco Antonio tenían el siguiente dialogo: “Mecenas. –Ahora Antonio la abandonará definitivamente. Agripa. –Nunca; no querrá; la edad no puede marchitarla, ni la costumbre debilitar la variedad infinita que hay en ella. Las demás mujeres sacian los apetitos a que dan pasto; pero ella, cuanto más satisface el hambre, más la despierta; pues infunde en cosas más viles tal atractivo.”
Mientras el amor y la pasión entre Marco Antonio y Cleopatra creían en el Palacio de Alejandría, en Roma estaban esperando a Marco Antonio molestos por su abandono y descuido del Gobierno, además, Pompeyo estaba iniciando una guerra contra el segundo triunvirato romano para convertirse en dictador del Imperio, y por si fuera poco la esposa de Marco Antonio murió traicionada esperando el regreso de su marido. Marco Antonio se vio obligado a regresar a Roma, tuvo que casarse con la hermana de Cesar Octaviano llamada Octavia, la noticia del matrimonio le llegó a Cleopatra, pero como toda Diva siempre estuvo segura que su hombre regresaría y así fue.
A partir del nuevo abandono de su segunda mujer, la amistad entre Marco Antonio y Cesar Octaviano se terminará e iniciarán una trágica guerra. Si Marco Antonio ganaba la guerra iba a poder disfrutar de su gran amor en Alejandría y en Roma, si Cesar Octaviano asesinaba a Marco Antonio, adquiriría el poder absoluto e iniciaría el Imperio Romano como sistema político, incluyendo a Egipto dentro de sus dominios, y sobre todo, tendría de esclava a Cleopatra.
Finalmente, en el último dialogo de la obra, Shakespeare hace que Cesar Octaviano concluya la tragedia con estas palabras: “Levantadla de su lecho y llevaos sepultada al lado de su Antonio. Ninguna tumba de la tierra encerrará una pareja tan famosa.”
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