La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) promueve el uso de estufas sustentables en comunidades rurales de Hidalgo, Puebla y Chiapas, con ellas se busca disminuir a la mitad la quema de leña, lo que reduce el riesgo de que las familias sufran enfermedades respiratorias o problemas de rodillas y espalda; y también al patrimonio, pues podrían provocarse incendios, informó la máxima casa de estudios en un comunicado.
Las estufas instaladas se adecuan al espacio, al sitio y disponibilidad de los materiales. Permiten ahorrar leña, evitan que los hogares se llenen de humo y conservan el calor por horas.
Estudiantes de servicio social de la Facultad de Arquitectura (FA) de dicha institución educativa impulsan el uso de las Cocinas Lorena, llamadas así por estar hechas de lodo y arena, las cuales requieren una inversión de aproximadamente 750 pesos.
La construcción está hecha de bloques de concreto, un dado estable de lodo y arena, tres hornillas y una chimenea con salida al exterior.
El proyecto estuvo encabezado por la profesora Ada Avendaño Enciso; supervisado por los asesores y tutores de servicio social Eduardo Ruiz Naves y Anselmo García, y los alumnos Carolina Ávila Espinosa, Vanesa Hernández García, Iván Velázquez Bautista, Luis Alberto González López, Eduardo Santiago Martínez, Juan Soancatl Castellanos e Isaac Acosta Mendoza.
Este modelo de estufa sustentable surgió en Guatemala, pero los estudiantes hacen adaptaciones con los materiales que hay en las comunidades marginadas, y los espacios que tienen las familias para instalarlas, explicó la coordinadora de Servicio Social y Práctica Profesional Supervisada de la facultad, Ada Avendaño.
De 2013 a la fecha, los jóvenes mexicanos han construido unas 50 en comunidades de Hidalgo, Chiapas y Puebla, que carecen de infraestructura básica como drenaje, electricidad y agua.
En ese año, la facultad recibió la invitación para participar en el programa de servicio social multidisciplinario en el municipio de Chignahuapan, Puebla. Tras una visita para conocer sus necesidades, plantearon tres proyectos: cosechar agua, colocar baños secos y cocinas Lorena.
Las autoridades municipales optaron por las cocinas y se inició un taller teórico-práctico para enseñar a los habitantes cómo hacerlas. En cada localidad se instalan entre 10 y 12, y se demanda la participación de los habitantes para su elaboración.
“La idea es enseñar a la gente para que en el momento en que nos retiremos puedan apoyarse mutuamente y reciban una capacitación”, dijo Avendaño.
La académica explicó que en las comunidades prácticamente el 100 por ciento de las familias tienen estufa, pero no la usan porque no tienen acceso al gas, o recursos para adquirirlo.
Entonces optan por cocinar con leña, pese a que implica riesgos de padecer enfermedades respiratorias por el humo que se queda en el interior de sus hogares, además de que se podría ocasionar un incendio.
En tanto, el titular de la Dirección General de Orientación y Atención Educativa, Germán Álvarez Díaz de León, resaltó que este proyecto –inscrito en el programa Modelo de Intervención Comunitaria de esa dependencia– permite a los estudiantes aplicar sus conocimientos en la solución de problemas reales.
Para Isaac Mendoza, uno de los alumnos que ha participado en la instalación de las cocinas Lorena, ésta ha sido una oportunidad de aprender, pues siempre se enfrentan a problemas que no se consideran en la planeación, pero que son resueltos junto con las poblaciones a las que apoyan.