1) Desde hace varios años, el Barcelona suele tener un bajón de juego entre febrero y marzo producto del cansancio físico, anímico, y moral. Es imposible que un equipo de sus características sostenga un nivel tan alto de juego durante toda una temporada. Esta año no fue como los anteriores. El desgaste se produjo entrando el mes de abril, justo cuando se definen los campeonatos pero sobre todo la Champions League, que llega a sus fases finales acompañada de los mejores equipos de Europa. Ahí, justo llegando a la cima de la montaña, fue donde la creatividad de Messi, la imaginación de Neymar, y la picardía de Suárez, se convirtieron en cenizas.
2) Fueron varios los obstáculos que Luis Enrique tuvo que sortear para llegar a la segunda parte de la temporada con opciones de ganar los tres campeonatos que tenía en puerta, pero el principal se centró en las lesiones. Antes de que la navidad llevara la nieve a España, el Barça se quedó sin Rafinha, Messi, Bravo, Vermaleen, Iniesta, y algún otro. Así, parecía difícil mantener el ritmo. Arda y Aleix Vidal no podían jugar aún por la sanción que le había impuesto la FIFA. El Barça logró escapar con vida, sin embargo, tras caer ante el Atlético en cuartos de la Champions, queda claro que la columna vertebral blaugrana de fracturó, se ahogó en la orilla.
3) No hay que menospreciar el trabajo del Atlético, un equipo hecho a prueba de infartos. ‘El Cholo’ ha logrado equilibrar las distancias económicas con el Barcelona y el Real Madrid a base de corazón. Lo que no tienen en la cartera, les sobra en el pecho. El Atlético es todo músculo. Nunca deja de correr y corre con inteligencia. Tiene talento y le sobra eficacia. Anota y se encierra con una estrategia difícil de penetrar. El Barça fue capaz de descifrar los planes de Simeone, pero no de contrarrestarlos.
4) Si al cansancio físico y mental se le agrega el exceso de confianza, la ecuación da un resultado mortal. En una semana se dejó 10 puntos en la Liga española y media semana después se despidió de la Champions. No fue casualidad. Algunos pensaban que se trataba de un mal partido. Luego de dos. Hasta de tres. Pero al final no solo era eso, su MSN, compuesta por Messi, Suárez y Neymar, había extraviado su magia.
5) El Clásico. Justo cuando llegó el bajón del Barcelona apareció el Real Madrid. Los merengues ganaron en el Camp Nou y revivieron, como si se tratara de un tiburón blanco que huele sangre. Sintió herido al Barça, comenzó a golear a sus oponentes, y su afición volvió a creer. El Barça, por su parte, empezó a dudar, percibió la presión, y terminó por hundirse. Cuando uno sube, el otro baja, y viceversa, salvo cuando ambos miden sus fuerzas y comprueban que la batalla es de resistencia. El Madrid aprovechó la enfermedad y el Barça desaprovechó la ventaja.