Miles de cubanos angustiados, algunos con meses varados en Panamá, reclamaron este jueves libertad de tránsito por Centroamérica para continuar su ruta migratoria hacia Estados Unidos.
Los isleños permanecen en albergues improvisados en bodegas y edificios viejos a la espera de una solución para continuar su camino ante la negativa de Costa Rica de permitirles el paso, dado que Nicaragua también les niega ingreso a su territorio.
Más de 3 mil cubanos están instalados en la zona fronteriza de Panamá con Costa Rica, angustiados por la incertidumbre en torno a la ruta que les permitiría llegar a Estados Unidos, la tierra de sus sueños.
Cerca de un centenar de isleños recorrió el trayecto de casi dos kilómetros bajo un calor sofocante entre el refugio de San Isidro, en Panamá, y el lado costarricense de la frontera para reclamar el derecho de continuar su ruta.
«Queremos seguir, queremos seguir», coreaban los caribeños, irritados por la falta de agua y electricidad en sus refugios.
Panamá culpa a Cuba y a EU de la situación
Los incidentes causados por cubanos que el miércoles entraron a Costa Rica de forma violenta desde Panamá son producto de problemas entre Cuba y Estados Unidos, dijo este jueves el ministro panameño de Seguridad, Rodolfo Aguilera.
«Es un problema que no causamos nosotros, sino que lo encontramos en el país de origen y en el país de destino. Nosotros sólo somos un país de tránsito», dijo Aguilera a periodistas.
Estos ciudadanos cubanos «están en una situación de estrés» y Panamá va a «respetar la dignidad y los derechos humanos de estos individuos que al final del día no son delincuentes sino seres humanos que están pasando por una situación difícil», dijo Aguilera.
Más de mil migrantes, en su mayoría cubanos, ingresaron el miércoles a Costa Rica por la fuerza desde Panamá, donde se encuentran varados desde hace meses en su intento de llegar a Estados Unidos.
El gobierno costarricense ya atendió y movilizó a unos 8 mil cubanos que quedaron entrampados en su territorio luego de que Nicaragua les cerrara la frontera, pero ha reiterado que ya no tiene capacidad económica ni logística para seguirles brindando apoyo.