El presidente estadunidense, Barack Obama, y el rey saudí, Salman bin Abdelaziz, mantuvieron hoy un encuentro en el que abordaron las relaciones bilaterales y la lucha antiterrorista.
En el palacio real en Riad ambos mandatarios hablaron también de la evolución de la situación en la región de Oriente Medio y los esfuerzos internacionales encaminados a solucionar los actuales conflictos y acabar con el terrorismo, según la agencia oficial SPA.
A la reunión acudió también el secretario estadunidense de Defensa, Ash Carter, y el ministro saudí de Exteriores, Adel al Yubeir.
Obama participará mañana en la cumbre del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), integrado por Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Baréin, Catar, Kuwait y Omán.
Carter, en una reunión hoy con sus homólogos del CCG, expresó el respaldo de EU a estos países contra la injerencia de Irán y acordó la formación de patrullas marítimas conjuntas para evitar la llegada de armas iraníes a los rebeldes yemeníes.
El secretario de Defensa subrayó que su país está comprometido con la seguridad del golfo Pérsico y que el acuerdo nuclear alcanzado entre las grandes potencias e Irán no restringe este respaldo a sus socios del CCG.
Sin embargo, este acuerdo ha sido visto con recelo por los países del Golfo y ha enfriado las relaciones entre EU y Arabia Saudí, que tiene en Irán a su principal enemigo y rival regional.
La cumbre con los líderes del GCC sigue a la celebrada en Camp David, Estados Unidos en mayo pasado y llega en un momento de cierta tensión por unos comentarios de Obama durante una reciente entrevista con la revista The Atlantic.
En esa entrevista, el mandatario calificó a algunos aliados de Oriente Medio y Europa de “oportunistas” por presionar a EU para que se implique en complicados conflictos que tienen poco que ver con los intereses estadunidenses, sin poner ellos de su parte.
El portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, reconoció ayer en su rueda de prensa diaria que EU y sus aliados del Golfo tienen “diferencias significativas” sobre varios asuntos y Obama prevé abordarlas en Riad.
La visita se produce también en medio de la controversia por un proyecto de ley que busca permitir que las víctimas de los ataques del 11S puedan demandar al Gobierno de Arabia Saudí por esos atentados terroristas, una medida que Obama rechaza.