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EFE

Más de 200 mil delincuentes convictos del estado de Virginia podrán votar en las elecciones presidenciales de noviembre, gracias a un decreto ejecutivo del gobernador demócrata del estado, Terry McAuliffe, un amigo cercano de la familia Clinton.

“Hoy estamos dando marcha atrás a una preocupante tendencia y restaurando los derechos de más de 200 mil virginianos que trabajan, crían familias y pagan impuestos”, señaló McAuliffe, quien fue director de la campaña presidencial de Hillary Clinton en 2008.

La orden ejecutiva beneficiará de manera abrumadora a votantes afroamericanos que fueron convictos, pero ya no se encuentra en prisión cumpliendo condenas. La mayoría de los votantes negros suele favorecer a los candidatos presidenciales demócratas.

Virginia, un estado considerado “columpio” en la política presidencial, ya que puede inclinarse a favor de demócratas o republicanos, mantenía una de las más estrictas regulaciones para evitar que quienes habían sido delincuentes convictos pudieran ejercer su derecho al voto.

En 2008 y 2012 el estado fue ganado por el demócrata Barack Obama, aunque en elecciones previas, el estado se ha inclinado hacia la columna de los candidatos republicanos como en la elección de George W. Bush.

La decisión de McAuliffe de derogar las prohibiciones existentes desde la guerra civil puede representar un mayor influjo de votos para los demócratas en las elecciones de noviembre próximo.

La Unión Nacional de Libertades Civiles (ACLU) estima que unos 5.85 millones de estadunidenses condenados a prisión no podrán emitir sus votos en las elecciones presidenciales de noviembre.

Se estima que uno de cada 13 afroamericanos elegibles para votar no pueden de hecho ejercer su sufragio debido a restricciones legales, incluidos haber sido convictos de un crimen a pesar que ya se encuentren fuera de prisión.

A lo largo del proceso de elecciones primarias, la ex primera dama Hillary Clinton ha obtenido un apoyo mayoritario de los afroamericanos.

Solo dos estados del país, Vermont y Maine permiten la participación política sin restricciones de todas las personas, aún si han sido delincuentes convictos.

En Iowa, Kentucky y Florida nadie que haya sido convicto puede votar; en estados como Arizona o Nevada se permite el voto según el tipo de delito cometido; en estados como Illinois se puede votar si ya se cumplió la condena y el California sólo no pueden votar los presos.