Autoridades del Instituto Veracruzano de la Cultura (IVEC) colocaron una ofrenda floral y montaron una guardia de honor en memoria del reconocido historiador veracruzano, Francisco del Paso y Troncoso, cuyos restos se encuentran en el Exconvento Betlehemita.
Con motivo del centenario de su fallecimiento, la dependencia celebrará el conversatorio Francisco del Paso y Troncoso. Un centenario de su fallecimiento, en el auditorio del recinto sede el próximo miércoles a las 18:00 horas; con entrada gratuita.
Francisco del Paso y Troncoso (Veracruz, 08 de octubre de 1842 – Florencia, 30 de abril de 1916) fue un historiador mexicano, profesor de náhuatl y director del Museo Nacional de Arqueología, Historia y Etnología de la Ciudad de México en dos ocasiones.
Durante su juventud estudió la carrera en Medicina, pero diversas investigaciones mencionan que decidió no graduarse y prefirió continuar sus estudios en la rama de la incipiente ciencia de la antropología.
La indagación en fuentes documentales, tanto de procedencia indígena como de autores españoles del siglo XVI, lo llevaron a publicar sus obras en los Anales del Museo Nacional de México, y a partir de 1889 tomó por poco tiempo la dirección de esa institución. Una de sus principales contribuciones fue dar a conocer la, hasta entonces inédita y casi olvidada, obra de fray Bernardino de Sahagún, que se encontraba archivada en Madrid y Florencia.
Del Paso y Troncoso dio por título a la publicación Historia general de las cosas de Nueva España. En Madrid, realizó la edición parcial en facsímile de los Códices matritenses en cinco volúmenes (1905-1907).
Desde julio de 1884 fue miembro de número de la Academia Mexicana de la Lengua. También fue miembro de la Real Academia de la Historia de España y de la Asociación de Escritores y Artistas Españoles. Recibió el nombramiento de presidente de la Comisión Mexicana en la Exposición Histórica Americana con la cual se conmemoraría en Madrid, España, en 1892, el cuarto centenario del descubrimiento de América.
Recordado por sus importantes descubrimientos arqueológicos y por el reconocimiento que obtuvo en países como España, Francia y Gran Bretaña.
Murió el 30 de abril de 1916, en Florencia, Italia. Sus restos descansan desde noviembre de 1998 en el Exconvento Betlehemita de esta ciudad.