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La Silla Rota

Salvador Sánchez Cerén, presidente de El Salvador, indicó que no reconoce al nuevo gobierno brasileño, encabezado por Michel Temer, quien ahora tiene el mando de la primera economía latinoamericana, tras la decisión de los legisladores brasileños de comenzar un juicio político a la mandataria Dilma Rousseff.

La medida relegó a Rousseff de su cargo por hasta 180 días, por presuntas violaciones a las leyes presupuestarias.

«Hemos tomado la decisión de no reconocer a ese gobierno provisional, porque hay una manipulación política y vamos a mandar a llamar a nuestra embajadora para que regrese al país», aseguró Sánchez Cerén en un discurso al oeste de la capital.

A Dilma Rousseff «la suspenden y la someten a un juicio, por algo que no se ha comprobado que es delito. Es una manipulación política la que se ha dado», puntualizó el mandatario salvadoreño, cuyo partido Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), mantiene fuertes vínculos con el Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil.

Asimismo, gobiernos izquierdistas de Latinoamérica han declarado que la líder brasileña es víctima de un golpe de Estado, mientras que el secretario general del bloque sudamericano Unasur, Ernesto Samper, aseveró que la suspensión de Rousseff perturba la gobernabilidad democrática en Brasil.