Tras el cierre de la ruta de los Balcanes, que utilizaban migrantes de Medio Oriente para dirigirse a Alemania o Suiza, Grecia inició el desalojo del campo de Idomeni, adyacente a la frontera con Macedonia.
La acción se efectúa sin oposición de los migrantes, aunque los migrantes expresaron su confusión sobre a dónde van a ser llevados.
Idomeni ha sido símbolo en la actual crisis de refugiados y foco de atención mundial, más desde el anuncio del acuerdo de repatriación de migrantes firmado por la Unión Europea y Grecia.
Atenas quiere el traslado voluntario de los miles de solicitantes en busca de refugiados a centros del gobierno, pero muchos rechazan quedarse en los campamentos montados por el ejército.
Macedonia selló su frontera hace dos meses, y por eso miles de migrantes se niegan a abandonar las vías del tren o las tierras de labranza donde se han instalado.
Los refugiados exigen información precisa sobre las consecuencias del acuerdo entre la Unión Europea (UE) y Turquía, que se puso en marcha el 20 de marzo, y además reclaman que se acelere el examen de sus demandas de asilo.
Familias enteras procedentes de Irak, Siria y Afganistán que llegaron desde hace tres meses a Idomeni, unas ocho mil personas, empezaron a ser traslados en autobuses a centros de acogida del gobierno, un proceso de al menos dos semanas.
Fuentes independientes aseguran que el tiempo del traslado será menor, ya que algunos solicitantes de refugio han empezado a movilizarse por su cuenta.
Antes del traslado, militares griegos y otras fuerzas de seguridad vaciaron “el campo de periodistas y voluntarios”, explica el fotoperiodista español Ignacio Marín Fernández consultado por la Radio y Televisión Española (RTVE).
El portavoz del servicio de coordinación de la crisis migratoria, Giorgio Kyritsis, señaló que “en este momento tenemos disponibles seis mil plazas en centros de acogida, tendremos ocho mil en unos días”.
Idomeni estaba completamente militarizado, casi sin comida y en condiciones insalubres, y ahora quienes ahí estaban serán acogidos por algunas ONG´S mientras se tramita su petición de asilo.
Los migrantes no quieren ir a los campos oficiales porque están en mitad de la nada, en mitad de las montañas, o muy lejos de Atenas, “lo único que quieren es que abran la frontera y por eso están aquí, en Idomeni”, señaló Fernández.