Quien creyó que con la entrega de constancia como Gobernador electo a Miguel Ángel Yunes Linares se daba por terminada la actividad política hasta el primero de diciembre, tengo que decirle que, afortunada o desafortunadamente, dependiendo de sus intereses, se equivocó. Me explico y preciso que mi opinión está lejos de “ismos”, y cerca de lo que yo incluso haría en los zapatos del choleño azul-amarela.
Cuando el mismo Yunes Linares repite por segunda ocasión que “el voto de millones de veracruzanos hizo posible la alternancia en el gobierno”, busca maximizar en una falacia de cantidad, al millón 55 mil votos que le dieron el triunfo, pues sabe a la perfección que más de 1 millón 738 mil veracruzanos (los sufragios a favor de Héctor y Cuitláhuac juntos), fueron contra él. Créalo… al menos cuando pueda, repetirá esa frase: “millones de veracruzanos”, para intentar que, al menos el 48 por ciento de la población que en edad de votar no lo hizo, se sienta partícipe de este triunfo que como sea, da lugar a la alternancia en Veracruz.
Por supuesto… tan válida la falacia como válido que hubiera ganado por un voto. Así son las reglas de nuestra partidocracia.
Siendo equilibrados, igual es válido sumar los votos de Morena con los de Rescatar Veracruz y su resultado sería el número de personas que no quisieron más al PRI en el poder.
Hablando de votos, hay que destacar lo siguiente: ante la diferencia de sufragios con el segundo lugar (126 mil votos) y el tercero (246 mil), y teniendo a la vuelta de la esquina el proceso electoral que ha de renovar las alcaldías, Miguel Ángel Yunes Linares no puede sentarse a esperar a que llegue el primero de diciembre… ¡no! ¡Vamos! Y eso ya lo demostró cuando fue a Mixtla de Altamirano y entregó en el nosocomio de Alta Especialidad del puerto jarocho ropa de hospitalización… el Gobernador electo inició una “campaña” postelectoral que de seguro, insisto, busca mantener esa inercia anti-gubernamental, anti-duartista, anti-priista, anti-sistema porque ¡aguas! el principal objetivo que se proyectó al inicio de esta cruzada electoral con la alianza PAN-PRD, que era en términos electorales, sacar al PRI de Palacio de Gobierno, y en términos políticos, asumir el Poder, ¡ya se cumplió! ¿Y qué pasa cuando se sacia el hambre? ¡da sueño! Y ese lujo no puede permitir Yunes Linares que le ocurra a la sociedad veracruzana…
¡Por eso la fiesta de ayer lunes en la plaza Lerdo! ¡Por eso el baño de pueblo! Por eso es que el Tío Chapito, Joaquín Rosendo Guzmán, anuncia que para este lunes, llegará a la Sefiplan un grupo de contadores públicos y abogados para revisar las cuentas de la administración estatal.
Por supuesto, tanto el Tío Chapito, el mismo Gobernador electo, así como las propias autoridades estatales, saben que no hay condiciones legales para hacerlo pues el proceso de Entrega-Recepción inicia un mes antes de que Yunes Linares rinda protesta como mandatario estatal… al menos que se haya reformado el capítulo IV, artículo 58, sobre la Transmisión y Continuidad de los Asuntos de la Administración Pública de la Ley Orgánica del Poder Ejecutivo.
Me queda claro que Yunes Linares tiene los pies en la tierra y sabe de sus tiempos, de sus circunstancias, y entiende que es Gobernador Electo, que no Constitucional, pero ¿por qué entonces esta acción? Quizás porque sabe que mañana, cuando lleguen sus auditores y les digan que “nones” a sus pretensiones, han de manejar que Sefiplan se negó a “enseñar sus chones” porque algo ocultan y eso, mediáticamente, es echar leña verde a la hoguera social.
¿Válido? ¡Claro! Les digo que Yunes Linares no puede permitir que la sociedad que votó contra una forma de Gobierno, contra un Gobernador, contra un partido, se dé por satisfecha sabiendo que ya no estará en Palacio de Gobierno… pero para ello tienen que pasar ¡cinco meses! Y más cuando en el 2017, tiene la oportunidad el PAN de incrementar su poder, vía el hartazgo social, con las presidencias municipales… eso si no les come el mandado Morena. En el caso del PRI, creo que el castigo se ha de mantener dos procesos electorales más.
Mientras, el mismo tiempo que falta para que los huéspedes de Palacio de Gobierno se vayan, será el mismo tiempo en que tengamos a Miguel Ángel Yunes Linares en campaña postelectoral. Insisto, tan válido como para no dejar que el hartazgo social termine con su constancia como Gobernador electo.
smcainito@nullgmail.com