Hoy por la mañana después de una semana de las elecciones para gobernador en mi Estado de Veracruz, al regresar de entregar a mis hijos al colegio, por el radio de mi auto apenas escuche la voz de Alejandro Villalvazo: “…pobres veracruzanos”, fue entonces que subí el volumen; y es que no sea masoquista y me sienta dentro de esa pobreza” pero de una vez decidí enfrentar lo que desde hacía ocho años venía esquivando… La política en mi vida.

Siempre pensé que ese tema no era de mi incumbencia y que lo mejor era mantenerme lo más alejada posible por los comentarios negativos que había venido escuchado en pláticas desde hacía varios años atrás.

Lo triste es que la necesidad* de este conocimiento político, y el interés de estar involucrada en las funciones políticas, vino a hacerse evidente hasta que comencé a ver, escuchar y sentir el cómo estamos realmente en el Estado en cuestiones económicas, laborales, de seguridad, de salud, de bienestar, entre otras.

Como yo, deben de coexistir tantas personas como pudiéramos imaginar, pero creo que todos los veracruzanos estamos apunto o ya estamos en el hartazgo de tanta situaciones que están fuera de contextos de consciencia, de responsabilidad y de libertad.

Sí pobres, veracruzanos porque somos un estado rico y hermoso pero hemos tenido y permitido personas dentro y fuera de gobierno que han llevado a Veracruz a la quiebra, al señalamiento, al castigo de la federación para no dar recursos y para acabarla a ser nido de organizaciones delictuosas entre otros males…. PERO LO HEMOS PERMITIDO.

Día a día y momento a momento, porque la vida es la suma de instantes finitos, hay que tomar decisiones y aunque hay veces que ni siquiera queremos hacerlo, lo hacemos, porque eso es también tomar la decisión: de no hacer nada… NOSOTROS LO HEMOS DECIDIDO.

Con el cambio próximo de gobierno se abren posibilidades, esperanzas; pero es momento de tomar decisiones importantes para nosotros y las descendencias, es momento de permitirnos participar proactivamente y no permitir que nos mantengan alejados y ajenos a lo referente al crecimiento y desarrollo de nuestro Estado, es momento de responsabilizarnos de nuestras funciones como maestros, como padres, como abuelos, como amigos, como empresarios, como empleados, como estudiantes, como cada uno tenga su rol en este momento. Es momento de dar respuestas.

Debemos de dejar de sentirnos víctimas y comenzar a dar respuestas, respuestas a la vida que se nos regaló y que nos está tocando vivir; tal cual, necesitamos encontrar si estamos en el camino correcto o habrá que descubrir para que somos buenos y hacerlo, de esta forma estaremos aportando algo a nosotros mismos, a la familia, al estado y al mundo.

Como dijo el ensayista inglés Samuel Johnson “Nadie conoce su propia fuerza mientras no se ha encontrado con la necesidad”.