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Agencia Imagen del Golfo

En el municipio de Nogales y la región de Orizaba, el apoyo a los artesanos y la promoción de la cultura es nulo y al no difundirse no se genera una identidad con los pueblos originarios, señaló el artista plástico Román Rodríguez Romero.

Hasta hace cuatro años, recuerda, junto con mi familia nos dedicábamos a talar árboles para hacer carbón, leña y muebles de madera, pero es un recurso que se está terminando en el bosque y por eso decidimos utilizar otro tipo de materiales que se desechan para confeccionar artesanías.

Lamentablemente, dijo, en la región de Nogales existe muy poco turismo y ven el Mercado de las Artesanías en Orizaba, la posibilidad de dar a conocer sus productos para mejorar sus ventas y que el turista se lleve un bonito recuerdo decorativo de la región de Orizaba.

Explicó que en la comunidad Chicahuaxtla, cinco familias dejaron de talar los bosques y se dedicaron a confeccionar artesanías elaboradas con semillas, hoja de maíz y piñas de pinos y ahora corresponde a los Gobiernos y la sociedad incentivar su consumo para el sostenimiento de estas familias.
Lamentablemente, dijo, han tocado las puertas de algunas dependencias de Gobierno y lo único que hicieron fue tomarle fotos a sus artesanías para incluir según dijeron, en un catálogo que se vende en otros estados y países, pero a dos años no ha recibido ni una sola llamada.
“Ni aquí en la región se le presta atención ni apoyo a los artesanos, nosotros además de hacer figuras a mano con estos materiales, pintamos, esculpimos en troncos de madera y piedras, pero nuestros trabajos ni siquiera son apreciados para una exposición”, lamentó.
Román Rodríguez Romero, recuerda que durante años decenas de familias se habían dedicado a la fabricación de carbón, para lo cual se talaban grandes cantidades de bosques; otros más hacían lo propio para fabricar muebles de madera y el resto lo sigue haciendo porque no hay proyectos productivos, trabajo ni apoyo al campo.

Señaló que han tenido que salir a otros estados como Puebla y México, Querétaro y Oaxaca donde es competido el mercado de las artesanías pero han logrado acomodar sus productos.

Reconoció que de diez años a la fecha la devastación de los bosques ha cobrado factura a los taladores con la generación de incendios, barrancadas y deslaves, pero también con una menor producción de agua potable, de ahí que conminó a los gobiernos a dar incentivos a los campesinos quienes son los verdaderos guardianes de los bosques, pero también quienes utilizan el recurso para el sostén de sus familias.