Ante la cercanía de las postulaciones definitivas de las candidaturas de los Partido Republicano y Demócrata en el vecino país del norte con miras a la elección del 8 de noviembre del presente, analizo hoy las razones por las que puedo suponer que Hillary Diane Rodham o Hillary Clinton (por su nombre de casada), tiene mayores posibilidades para convertirse en Presidenta de los Estados Unidos de Norteamérica, sin dejar de reconocer que no va a ser fácil.
Pero ¿por qué suponer lo anterior? Pues existen algunas razones de lógica política.
Primero. Ser conocida y estar preparada
Es muy importante en el medio político el ser conocido y reconocido, e Hillary Clinton, abogada por la Universidad de Yale nacida en Chicago, de 69 años de edad lo es más, que su contrincante Donald Trump magnate de los negocios. Es decir, ella le aventaja de manera considerable en conocimientos, experiencia política y en familiaridad con la sociedad de ese país.
Y vaya que es conocida en ese campo. Desde muy joven se distinguió como una profesionista brillante y siempre ha sido considerada como una de las abogadas más influyente de los Estados Unidos. Se casó con Bill Clinton cuando aspiraba a ser gobernador en Arkansas, y es del dominio público que ella fue un factor importante, por su intensa labor altruista a favor de los niños y familias, para que éste ganara esa elección estatal y posteriormente la Presidencia de esa nación.
Su paso por la Casa Blanca como primera dama, le permitió realizar actividades sustanciales de mejoramiento para el país en favor de las familias y ganarse a la sociedad estadounidense. Y por esas acciones le valió ser reconocida como una mujer valiente y decidida que no ha temido enfrentarse a las adversidades y a los detractores del apellido Clinton. En el 2000, fue Senadora por el estado de Nueva York y reelecta en 2006. En 2008, contendió en las internas para la Presidencia lo que no logró, pues le ganó la nominación demócrata el Senador de Illinois, Barak Obama hoy presidente de los EEUU, mismo que la nombra Secretaria de Estado de 2009 a 2013.
Si bien es cierto que Hillary es una mujer aceptada por unos, también tiene sus detractores entre ellos Trump, pero la realidad es, que es ampliamente conocida por su amplio currículo lo que define un excelente perfil y la pone como una candidata muy fuerte con la que tendrá que lidiar el empresario, en los siguientes meses.
En el caso de Trump, estudió en la escuela de negocios de Wharton de la Universidad de Pensilvania, se graduó de Bachelor y Sciencie en Economía y Antropología. Pero su vida han sido los negocios. Empezó con una pequeña empresa familiar inmobiliaria de interés social, arriesgando en inversiones inseguras pero que, por su astucia, finalmente le fraguaron hasta llegar a ser propietario de cientos de pisos en barrios neoyorquinos de Queens, Brookliyn y Stand Island. Su emporio se consolida a fines de la década de los 80 e inicios de los 90 del siglo XX, al incursionar en la construcción de sus propios Casinos, Plazas comerciales, Hoteles en las principales ciudades de EEUU y en otros países con sus famosas Torres. Ha construido puentes y complejos turísticos, es inversionista en aerolíneas, ha realizado reality show y concursos de belleza internacionales, entre otros. Se ha casado tres veces, tiene 5 hijos y cada divorcio le ha costado millonarias cantidades, pero no le incomoda porque su situación económica se lo permite.
Pero la sociedad estadounidense, no pierde detalle de la vida de este personaje y de la manera en que ha acumulado dinero—en algunos casos se ha puesto en duda su honorabilidad–, teniendo tras él una historia de aventuras económicas, en las que a veces lo han puesto en crisis y en banca rota, pero que por sus relaciones y habilidades, siempre ha logrado recuperarse y seguir adelante. Lo que lo coloca hoy, aparentemente, como uno de los hombres más ricos de los Estados Unidos.
Y este modelo de empresario “audaz”, es el que ha impactado especialmente en los jóvenes de ese país que ven, que se puede jugar a la aventura y ganar dinero “a manos llenas”, creyendo que los problemas se resuelven así de fácil, incluyendo los coyunturales que competen a una nación como los EEU y por eso simpatizan y lo defienden a tal grado que ha sido el causante de la polarización entre grupos. Igualmente le apoyan los conservadores que desean las “limpias” sociales, eliminando todo lo que “contamine” la identidad.
Segundo. Hillary mujer que marcará un hito.
Sin duda Hillary el que sea la primera mujer, pudiera ser decisivo para llegar a la Presidencia y eso marcará un hito en la historia de los EEUU, país que siempre ha buscado estar a la vanguardia de los avances sociales, culturales y políticos. Así como Obama lo fue, al ser el primer Presidente de color.
Igualmente el hecho de ser una defensora de los derechos de las mujeres, sin duda le permitirá acaparar el voto de un alto porcentaje de norteamericanas que rechazan la posición conservadora de Trump, que se ha vuelto un detractor de los avances de las féminas y de la propia Hillary, a quien no cesa de atacar. Sin duda el voto de éstas será decisivo en la elección.
En el caso de Trump, no tiene esta ventaja, aunque quizás el hito que podría marcar es que sería el primer precandidato único republicano a la presidencia, que podría ser retirado de la candidatura antes de llegar ser postulado.
Tercero. La posición y su empatía de Hillary con los grupos vulnerables
Hillary ha establecido su enfoque liberal en temas como el aborto, la lucha de las mujeres y de las comunidades lésbico-gay-bisexual-transgénero (LGBT) que choca contra la posición tradicionalista de los republicanos, en especial la de Donald Trump que ha manejado un discurso discriminatorio y golpeador hacia las comunidades más desprotegidas. El partido demócrata, siempre ha defendido su posición a favor de la igualdad por lo que le representa una ventaja también, frente a las posiciones conservadoras de los republicanos que les cuesta trabajo abordar y aceptar estos temas.
Trump no podría cantar victoria aún mientras tenga en la lucha a Clinton. Además su exacerbada sobreactuación de luchador “sociality” calculada—en los medios y espacios donde hace presencia—hace que éste contraste con una imagen más espontánea y natural de Hillary. Su propio discurso contra los migrantes, hispanos, minorías sexuales, votantes urbanos y las de admiración hacia líderes sanguinarios como Sadam Husein, ha generado desconfianza aun dentro de los propios republicanos que lo ven como una amenaza para su partido y todas estas razones, podrían ser suficiente motivo para que los estadunidenses eviten que éste llegue al cargo más importante de este país: la Presidencia.
Cuatro. Su capacidad y conocimiento de los asuntos de Estado.
A Hillary le abona a su favor, su paso por cargos como: Primera Dama, Senadora en dos periodos, Secretaria de Estado, etc, que le han permitido poseer una experiencia basta y el conocimiento suficiente para enfrentar y solucionar los problemas que se sortean todos los días en un país tan importante y poderoso como lo es, Estados Unidos de Norteamérica. Sabe cómo funciona la Casa Blanca, sabe cómo se maneja la política interior y exterior de ese país, conoce sus programas económicos y la política social y de seguridad, está relacionada con todas las clases económicas, etc., lo que la posibilita para hacer frente a problemas como la baja del petróleo, el terrorismo, la crisis económica mundial, la migración, y el respeto en el trato con otras naciones. Además de ser identificada como una mujer sensible pero también enérgica en la toma de decisiones.
Su propuesta de campaña está centrada en: a) cambios fiscales, b) aumento al salario mínimo, c) mayor y mejor asistencia social, d) impulso a energías limpias y e) regularización del sistema de migración.
En el caso de Trump, tiene experiencia sólo en negocios propios y no en el ejercicio de la administración pública y menos en los asuntos de estado. Por eso comete errores garrafales de dicción y le exhiben en su ignorancia. Como fue el caso cuando confundió, en un discurso, la fecha de los atentados terroristas del 11 de septiembre “9-11” (nine-eleven) con “7-eleven” (tienda de autoservicio). Por supuesto la cadena de tiendas, ahora lo ha aprovechado en su publicidad.
Su propuesta la ha centrado en posiciones: a) xenofóbicas contra los migrantes, b) belicistas, porque está a favor de las guerras y en una permanente amenaza a lo que decidan otras naciones, incluso habla de la “invasión preventiva”, así como su absurda teoría sobre la tortura, c) está a favor de una política económica impositiva donde no da cabida a los arreglos contractuales pacíficos y voluntarios. Para Trump, país que no ceda a sus condiciones, país que obtendrá represalias o será vetado por los EEUU. Igualmente su política comercial al exterior sería un fracaso pues arremete contra los chinos y japoneses, mexicanos, etc., criticándoles por su capacidad comercializadora; además propone multar a empresas estadounidenses que se instalen en el extranjero porque privan a los locales de trabajo y no generan impuestos al interior. Es decir, no respeta la libertad de los inversionistas nacionales en el extranjero, cuando que él es uno de ellos, porque tiene empresas en varios países del mundo. Por lo tanto lo tildan como poco serio e incongruente.
Cinco. Una posición centrada, negociadora y menos protagónica que Trump
Su misma experiencia en la política, permite a Hillary ser más negociadora en su relación con los diferentes grupos sociales, económicos y políticos, lo que genera confianza en la ciudadanía para ser un factor de equilibrio al dirimir controversias y provocar acuerdos.
A diferencia de Trump, que aparentemente le ha funcionado su posición enérgica de gente que se siente identificada con la parte paternal, pero a su vez es cuestionado, porque lo toman como un impulsor de la autocracia, es decir, hacia sistemas que impulsan gobiernos en el que el poder se concentra en una sola persona y no permite la participación de otros poderes, individuos o grupos sociales, lo que pone una alerta a las mayorías, para no apoyar su candidatura. En el fondo es un populista rico, que busca la identidad estadounidense a su manera y a conveniencia.
Seis. El gran apoyo para Hillary de Barack Obama.
Aunque en algunas naciones no se percibe bien que el propio presidente haga campaña junto a su candidato, en los Estados Unidos eso es lo de menos. Barack Obama ha salido a los escenarios para apoyar a Hillary, porque sabe que tras su figura esta su proyecto económico como nación, que aunque ha sobrellevado problemas en algunos momentos de su gestión, hoy está en buena marcha y en equilibrio. Lo que sin duda le favorece a la precandidata.
El Presidente Obama apenas hace unos días afirmó en un evento: “nunca, ha habido un hombre o mujer más calificada para ser presidente, como lo es Hillary”. Y remato diciendo: “estoy aquí porque creo en Hillary Clinton”. Aseveraciones que en México, se tomarían como petulantes, pero que en el país vecino son bien vistas.
En el caso de Trump, cuenta con el apoyo de una elite económica pudiente, la mayoría figuras que están ligadas a sus negocios. Posee entre sus seguidores a empresarios como: Steve Forbes (dueño de la revista Forbes), el inversionista multimillonario Carl Icahn, Jared Kushner, dueño del New York Observer, Carl Paladino, empresario de bienes raíces, Andy Beal inversionista y fundador de Beal Bank, entre una decena de hombres de negocios que buscan apuntalar su proyecto. Además de una serie de artistas y famosos entre ellos Charlie Sheen, Mike Tyson, Sthepen Baldwin, Lou Ferrigno o el cantante Kid Rock, que han expresado la necesidad de un cambio, confundiendo el concepto “política negociadora”, con “política para hacer negocio”, además de considerarlo “muy entretenido”. Posición coincidente con una parte de la población joven de los EEUU.
En suma, este mes se definen las candidaturas y a 4 meses de la elección presidencial, las posibilidades se van abriendo en este momento con Hillary a la cabeza. Y aunque los analistas políticos piensan que Trump no ha dejado de ser una sorpresa y podría aún desconcertar con nuevas cifras una vez que empiece la campaña, la ventaja en diferentes indicadores dan a Hillary una distancia aún muy amplia. Pero esto apenas empieza.
Lo que si podemos afirmar es que Hillary Diane Rodham o Hillary Clinton, sigue adelante, esta fuerte y puede crecer aún más siendo ya la candidata, porque en su caminar ira recibiendo la motivación de todos los grupos sociales de la gran nación. De seguir así, tendrá el gran mérito de ser –por su preparación y capacidad–la primera mujer en dirigir un país como los Estados Unidos de Norteamérica, país que no deja de ser uno de los que apuntalan el avance social y económico del mundo.
Si así sucede marcará un hito en la historia universal contemporánea.
Gracias y hasta la próxima.