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Agencia Imagen del Golfo

La arena de las dunas en el poniente de la ciudad parece no tener fin, pero no es así. Las dunas de lado norte, es decir de la playa, también están siendo depredadas; y se aprovecha que la arena invade las banquetas y el arroyo vehicular para disponer de ella.

La falta de contención en las últimas etapas del malecón hacen que se desbordé la arena hacía las banquetas y el paso vehicular.

Esta arena es levantada con maquinaria, por personal de Obras Públicas, pero no toda regresa, incluso, personas acuden a este sitio para trasladarla en unidades particulares.

La retención de la duna es una actividad muy costosa para las autoridades municipales, como ya se ha manifestado en varias ocasiones, para la atención de la problemática se destina personal, unidades, maquinaria y combustible.

Parece un cuento de nunca acabar, pero no es así, las dunas, de lado norte, es decir, de la playa también están siendo depredadas poco a poco.

En ocasiones se ha observado a personas por las noches que se llevan la arena en bolsas, en cubetas, y el personal del Ayuntamiento también recoge la arena, pero la transporta en camiones de volteos, no es vertida nuevamente a la duna.

Las dunas de esta zona han servido en últimas fechas para practicar deportes extremos, sesiones fotográficas, reuniones y actividades propias de asociaciones civiles dedicas a prácticas con la naturaleza, entre otras.

Niños, adultos, personas mayores, participan en este espacio natural, que se está depredando también, tal y como ha sucedido con las ubicadas en la zona sur del bulevar.