Un nuevo método desarrollado por un grupo de investigadores de Singapur se ha mostrado eficaz para saber, en unas dos semanas, cómo está funcionando el tratamiento que recibe un paciente contra el cáncer, para lo que se analizan las células tumorales del paciente que circulan en la sangre.
El estudio que publica hoy Science Advances señala que esta técnica, a través de una biopsia líquida, puede proporcionar resultados dos semanas después de comenzar el tratamiento, lo que permite a los médicos saber si hay resistencia a los medicamentos lo que indica la necesidad de aplicar una nueva terapia.
La biopsias líquidas, en las que la sangre extraída a los pacientes con cáncer se examina para detectar la presencia de células tumorales, son una forma prometedora y menos invasiva de controlar la salud del enfermo.
Este proceso requiere grandes esfuerzos para aumentar la cantidad de células tumorales circulantes en la sangre de cara a realizar el análisis.
Sin embargo, el doctor Bee Luan Khoo y su equipo, formado por investigadores de varios centros de Singapur, emplean un sistema de circuitos de microcubetas a medida y microfluidos que pueden potenciar el crecimiento de fuertes grupos de células tumorales circulantes sin la necesidad de un gran enriquecimiento previo.
Los investigadores probaron el procedimiento con sangre de 55 pacientes que sufrían diversos grados de cáncer de pecho y evaluaron 24 muestras de sangre para ver cómo estaban funcionando los tratamientos administrados contra los grupos de células tumorales.
El estudio señaló que cuanto mejor se consolidaban los grupos de células en las microcrubetas peor era el diagnóstico del paciente.
Además de controlar el desarrollo del tratamiento, la misma técnica puede proporcionar una forma de probar medicamentos específicos contra el cáncer en un paciente antes de empezar un régimen terapéutico.