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México, la segunda mayor economía de América Latina, debe avanzar con su consolidación fiscal planeada y con la reestructura de Petróleos Mexicanos (Pemex) ante la incertidumbre financiera por el “brexit”, sugirió Alejandro Werner, director del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Werner prevé que el país mantenga un ritmo de crecimiento de 2.5 por ciento este 2016.

Al día siguiente en que se anunció que la mayoría de los británicos votó a favor de la salida del Reino Unido de la Unión Europea, el Secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray Caso, dijo que México fortalecerá sus fundamentos macroeconómicos ante el impacto de este hecho y que el comercio nacional con Gran Bretaña representa el 0.7 por ciento de su comercio con el resto del mundo, por lo que no se espera un golpe relevante en la cuenta corriente o en la balanza comercial.

“Queremos mandar una señal de confianza y confirmar que no tendremos un problema de falta de liquidez; tenemos una línea de 88 mil millones de dólares preparada por si se presentan eventos extremos en los mercados”, dijo en conferencia de prensa la mañana en que los mercados financieros operaban con nerviosismo y el dólar interbancario tocó un máximo histórico por arriba de los 19 pesos por uno.

Acto seguido, anunció un segundo ajuste al gasto público para este año por 31 mil 715 millones de pesos, de los cuales 91.7 por ciento se ejecutará en el gasto corriente. Este recorte, a diferencia del anunciado en febrero por 132 mil 300 millones de pesos, no tocará a Petróleos Mexicanos (Pemex).

Sin embargo, Werner dijo este día en su blog que pese a que el vínculo comercial de América Latina con el Reino Unido es reducido, la región está expuesta a una desaceleración más generalizada por la vía de vínculos financieros y a la volatilidad del sentimiento de los inversionistas.

“Los frecuentes episodios de aumento de la volatilidad del mercado, si bien efímeros, son un constante recordatorio de que las condiciones favorables del mercado pueden trastocarse de la noche a la mañana”, advirtió.

Ante la mayor volatilidad, sobre todo en los precios de las acciones y los tipos de cambio, Werner expuso que la flexibilidad cambiaria continúa siendo la primera línea de defensa.

Además, debido a que el espacio fiscal sigue siendo limitado en la mayoría de los países de la región, el economista declaró que es vital preservar los márgenes de políticas en caso de que se materialicen los riesgos.

“En los países con pesadas cargas de deuda y fuertes presiones del mercado se requiere acelerar el ritmo del ajuste”, pidió Werner mencionando países como Brasil, para el que espera una contracción de un 3.3 por ciento, menos drástica que en el reporte anterior.

Ayer el El Fondo Monetario Internacional (FMI) rebajó una décima sus previsiones de crecimiento de la economía mundial en 2016 y 2017 al 3.1 por ciento y 3.4 por ciento, respectivamente, debido a la incertidumbre por el “brexit”.

Sin embargo, para México prevé una expansión de 2.5 por ciento para 2016, un 0.1 punto porcentual más que el 2.4 por ciento estimado en abril, y de un 2.6 por ciento para 2017, igual que en la proyección anterior.

Las perspectivas del organismo internacional para Latinoamérica en 2016 y 2017 mejoraron ligeramente al reducir la contracción de la región este año hasta el -0.4 por ciento, mientras que elevó el crecimiento para 2017 al 1.6 por ciento.