Los delegados de la Convención Nacional Demócrata en EU aprobaron la plataforma del partido, el programa político a seguir durante los próximos cuatro años y que, con la irrupción del senador Bernie Sanders en el ciclo electoral, se convirtió en la más progresista de su historia.
A través de un voto a viva voz, dirigido por la congresista por Ohio Marcia Fudge, los delegados de los 50 estados aprobaron el contenido de la plataforma, especialmente aplaudido por los correligionarios del legislador por Vermont, quien presionó duramente para que se incluyeran políticas más sociales.
El proceso para elaborar el contenido de la conocida plataforma se llevó a cabo durante varias semanas, en las que en distintos encuentros a lo largo del país el partido ha reunido a diversos especialistas en las distintas materias para adecuar su guía ideológica.
Tanto la campaña del senador Bernie Sanders como la de Hillary Clinton, quien saldrá de la convención como la candidata oficial a la Casa Blanca, tuvieron la misma representación en los debates sobre el programa, que concluyeron en el contenido adoptado hoy.
El resultado es lo que los demócratas consideran la plataforma más progresista en la historia del partido, un programa que debería guiar la política de Clinton si llega a la Casa Blanca en enero próximo y que incluye medidas como un salario mínimo de 15 dólares por hora, la abolición de la pena de muerte y más límites a Wall Street.
El punto más sorprendente es la declaración de que la pena de muerte «no tiene lugar en Estados Unidos», algo sin precedentes en los idearios políticos del país y que coincide con un declive en el número de ejecuciones a nivel nacional en las últimas dos décadas.
Aboliremos la pena de muerte, que demuestra ser una forma cruel e inusual de castigo», promete la plataforma demócrata, al considerar que la aplicación de esa sentencia es «arbitraria e injusta», no disuade a los criminales y tiene un alto coste.
Además, la plataforma incluye otros ejemplos de posturas más progresistas que las del gobierno del actual presidente Barack Obama como el compromiso de «acabar con la detención» de las familias de inmigrantes indocumentados y de «asegurar alternativas humanas para quienes no presenten amenazas a la seguridad pública».