Lugar:
Fuente:
EFE

Un agente del Departamento de Policía de Tránsito del Metro de Washington (MTPD) fue hoy detenido bajo la acusación de intentar dar “apoyo material” al grupo yihadista Estado Islámico (EI).

Según informó el Departamento de Justicia de EU en un comunicado, el policía se llama Nicholas Young, tiene 36 años y es oriundo de Fairfax, Virginia, a unos 25 kilómetros de Washington.

Young, que fue detenido en la sede de la Policía Metropolitana de la capital estadunidense, se ha convertido en el primer agente en el país norteamericano en ser acusado de tratar de ayudar al EI, de acuerdo con las autoridades.

Sin embargo, el agente nunca supuso una amenaza creíble para el Metro de Washington, el más concurrido de EU después del metropolitano de Nueva York, aseguró el portavoz de la Oficina del Fiscal del Distrito Este de Virginia, Joshua Stueve, a la cadena NBC News.

El policía tiene previsto comparecer hoy ante un tribunal del Distrito Este de Virginia.

Según la declaración jurada de la acusación, Young trabaja como agente del MTPD desde 2003 y ha sido vigilado por el Buró Federal de Investigación (FBI) desde 2010, a raíz de varias interacciones con un confidente y agentes encubiertos de ese cuerpo policial.

En 2011, el acusado mantuvo varias reuniones con un agente encubierto y algunos conocidos de Young, como Amine El Khalifi, quien más tarde se declaró culpable de planear un ataque suicida contra el Congreso de EU en 2012.

También en 2011, el acusado viajó a Libia, donde se unió a los rebeldes que intentaban derrocar al régimen del líder libio, Muamar el Gadafi, y adonde se desplazó con un chaleco antibalas, un casco para conflictos Kevlar y otros objetos de carácter militar.

El confidente del FBI le hizo creer a Young en 2014 que había logrado abandonar Estados Unidos para integrarse en las filas del Estado Islámico.

En un correo electrónico enviado al confidente en junio de 2015, el policía le pidió consejo para poder mandar dinero a los dirigentes del EI.

“Desafortunadamente -escribió en el correo-, mi nombre tiene tantas marcas que ni siquiera puedo comprar un billete de avión sin que salten las alarmas en las manos de alguien. Por tanto, imagino que las transacciones bancarias son supervisadas automáticamente y llamarán la atención dependiendo de lo que ocurra”.

El pasado julio, Young compró 22 tarjetas telefónicas por un valor de 245 dólares con crédito para enviar mensajes desde cuentas que el EI supuestamente utiliza para reclutar terroristas.

El policía envió los códigos de las tarjetas a un agente encubierto del FBI que se hizo pasar por el confidente, según la declaración jurada.

Si llegara a ser condenado por los cargos que se le imputan , Young podría enfrentarse a una pena máxima de veinte años de cárcel.

Tras divulgarse la detención, el director general del Metro de Washington, Paul J. Wiedefeld, afirmó en un comunicado que “las alegaciones en este caso son profundamente alarmantes”.

“Son alarmantes para mí y son alarmantes para cualquiera que vista un uniforme”, agregó Wiedefeld, al precisar que el contrato laboral del agente se canceló al producirse el arresto.