Tim Kaine (Minnesota, 1958) es desde el 2013 senador por el estado de Virginia. Ese mismo año leyó en el Senado un discurso en español completo. Eso ocurre por primer vez en la historia de ese país. Su intervención fue para apoyar la reforma migratoria. Su primera participación como compañero de fórmula de la candidata demócrata Hillary Clinton la inicia también en español.
Kaine, que fue gobernador de Virginia (2006-2010), se formó en escuela de los jesuitas. En 1980, cuando estudia Derecho en la Universidad de Harvard, suspende un año los cursos, para ir a Honduras a trabajar como voluntario en la Misión del Yoro a cargo de jesuitas estadounidenses y centroamericanos. “Ésa, dice Kaine, fue una de las decisiones más importantes de mi vida”. En ese entonces tenía 22 años.
En ese año aprende el español, pero también descubre un nuevo mundo. Es su primer viaje fuera de su país. En la misión da clases en la escuela técnica de Progreso y acompaña a uno de los padres jesuitas en las visitas a las comunidades. Ahí, con los campesinos hondureños, afirma, aprende cuáles eran los valores de ese pueblo: “fe, familia y trabajo”, que son, añade, los mismos valores de la comunidad latina que vive en Estados Unidos.
El senador en su primer discurso de campaña dijo a los migrantes que son “bienvenidos todos a nuestro país, porque todos somos americanos” y también promete acelerar el proceso de la reforma migratoria si los demócratas ganan la elección el próximo noviembre. En eso, les dijo, “vamos a trabajar juntos”. El discurso es al día radicalmente contrario al que sostiene Trump.
La posición de Kaine no es de ahora. Desde el 2013, en el Senado trabaja por la aprobación de la reforma migratoria. Es por eso que la candidata Clinton lo invita como vicepresidente. Es un claro guiño a la comunidad latina, mexicana en primer término, pero también para todos los migrantes que en Estados Unidos esperan los beneficios que les va a traer la reforma.
En Washington se considera a Kaine uno de los políticos más comprometidos con los migrantes y en particular con los latinos. Su experiencia en Honduras lo marca y le permite comprender, desde otra visión, esa realidad. Otra vez ha visitado Progreso en el 2004 y en el 2015. En más de una ocasión ha declarado a la prensa que “cada día pienso en mi tiempo en Honduras, en las lecciones de mis amigos de allí”.
Kaine se asume como católico, al igual que el vicepresidente Joe Biden, y el testimonio de fe que le dieron los campesinos hondureños marca la suya. “La fe de la gente de allá, en medio de una situación social muy difícil, fue una gran lección para mi”. Los migrantes que para Trump son asesinos y violadores, para el senador son fuente de valores e inspiración de su fe.
En el 2008, el nombre de Kaine se barajó para que acompañara como vicepresidente al candidato Barack Obama. Eso ahora es una realidad. Hay que ver si el senador logra concitar el voto de la comunidad migrante, sobre todo latina. Si lo hace, para eso ha sido elegido por la candidata Clinton, puede hacer la diferencia y garantizar el triunfo de ésta. Ya veremos.