Álvaro Delgado
Ediciones Proceso
México, 2016
Pp. 191

Una vez más, el periodista Álvaro Delgado aborda el tema del PAN a la que ya ha dedicado otras publicaciones. Hace más de diez años que le da seguimiento. El libro de divide en dos partes. Los primeros cinco capítulos tratan de la campaña a la presidencia de la República de la panista Josefina Vázquez Mota. Los otros seis capítulos abordan las supuestas corrupciones del PAN, en las presidencias de Martínez, Nava y Madero, y el también supuesto acuerdo del candidato Peña Nieto y el presidente Calderón.

Delgado, para articular su texto utiliza como fuentes entrevistas periodísticas y documentos. Las entrevistas son interesantes, por lo que dice la gente, pero todavía más por lo que no dice. El autor da por bueno lo que le dicen y no confronta si eso es verdad. En todo caso revela la visión que tiene el entrevistado sobre el tema, pero no necesariamente es la realidad. Delgado concede que todas las personas con las que se encuentra son objetivas y dicen lo que realmente sucedió.

Las entrevistas son la riqueza y la debilidad del texto. Cada quien habla como le fue en la feria. Lo que los informantes dicen habría que confrontarlo, para saber si es verdadero. De sucesos que se plantean en el libro, tengo versiones distintas de actores que también estuvieron implicados. Algunas de esas versiones echarían por tierra las tesis centrales del texto.

Lo que presenta Delgado, a partir de sus fuentes, son versiones de los sucesos. Todo se basa en dichos, pero no en el análisis de los hechos que exigiría más fuentes de información. Esto lleva a dar por bueno versiones parciales que no se acercan a la realidad de lo que realmente sucedió o es sólo una parte de la verdad. La realidad es más compleja y requería un trabajo más profundo de investigación.

El texto está bien escrito y es ágil. Hay oficio periodístico. Ya una vez Delgado fue Premio Nacional de Periodismo por un trabajo sobre El Yunque, una organización de extrema derecha incrustrada en el PAN. Las tesis centrales pienso no se sostienen sólo a partir de declaraciones, cada quien tienen su propio interés y quiere llevar el agua a su molino. Hay también suposiciones en voz de otros o del mismo autor.

Él también adelanta juicios que con la información que ofrece no se prueban. Son eso, suposiciones, plausibles y sugerentes, pero nada más. El problema es que se dan por buenas. Resulta interesante leer el texto, para ver cómo los entrevistados enfrentan la entrevista y también saber qué piensan de los hechos en los que estuvieron inmersos. Hay muchas voces, pero faltan otras muchas. Sería interesante saber qué piensan de lo que vivieron y de la visión que tienen de lo que dicen los otros.

@RubenAguilar