«Dicen en la cúpula del PRI en San Lázaro que, de seguir el activismo de la Iglesia Católica en contra de la bodas gay, habrá reprimendas desde Gobernación, porque muchos legisladores ya lo exigen. Creen que la curia puede desestabilizar al país políticamente, comentan. Por lo pronto advierten que habrá marcaje personal sobre algunos curas en los estados». Eso comentan en «Confidencial» de El Financiero,