Laos prometió eliminar granjas que crían tigres para sacrificarlos y vender sus partes, un paso positivo en un país considerado un importante punto de tráfico de fauna en Asia, dijeron el viernes grupos de conservación.
El anuncio de las autoridades laosianas se produjo un día antes de que inicie la Convención de Comercio Internacional de Especies en Peligro (CITES, por sus siglas en inglés), en Johannesburgo, Sudáfrica.
Si es implementada, la decisión pudiera ayudar a reducir el comercio ilegal de huesos de tigre y otros órganos usados en medicina tradicional en áreas en Asia y proteger la amenazada población de los felinos. Grupos de conservación dicen que hay unos 3 mil 900 tigres en libertad.
Redes delictivas chinas, vietnamitas y tailandesas están involucradas también en la cría y comercio de tigres, de acuerdo con la Agencia de Investigación Ambiental, en Londres.
Por su parte, la Sociedad de Conservación de la Fauna (WCS, por sus siglas en inglés) con sede en Nueva York, que trabaja con Laos para proteger tigres, llamó a otros países asiáticos con centros de cría comercial de tigres a seguir el ejemplo laosiano.
“Este compromiso es un gran ejemplo de una nación mostrando liderazgo para poner fin a la práctica de criar tigres, y esperamos también osos, para satisfacer la demanda de sus órganos”, dijo Susan Lieberman, quien encabeza la delegación de la WCS en la reunión del CITES, formado por 183 países.
Los países en ese grupo de la ONU han prometido asegurarse de que el comercio internacional de animales salvajes no va a amenazar su supervivencia.
Una delegación de CITES visitó Laos en julio y concluyó que grupos criminales usan el país como punto de tránsito para contrabandear órganos de animales salvajes a otras naciones en Asia. Dijo además que la importación y exportación de esos órganos viola las reglas de CITES.