CAMARÓN… CAMARÓN

*En Noticias del Imperio, en Camarón, Fernando del Paso escribió una bella historia de aquella batalla contra la Legión Extranjera francesa. Cuando nos levantamos con la frente en alto. Ahí mismo, dolorosamente, fueron encontrados los cuerpos mutilados de tres jóvenes levantados y desaparecidos, para vergüenza nuestra. Pobre Veracruz. Pobre México. Pobres de nosotros. Camelot

LOS DOBLES REMOLQUES (PARTE 2)

El portal Animal Político denunció que el PRI frenó un Punto de Acuerdo para que el inútil secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, se pronuncie por la prohibición de los camiones doble remolque (por eso pierden elecciones) en el Congreso Federal. Cuentan que Ruiz Esparza llamó a César Camacho, el dino legislador priísta, y le dijo mandón, que desechara eso. Estos días ha habido una información veraz de las televisoras y de los comentaristas para que, de una vez por todas, suspendan de las carreteras los doble caja, que son peligrosísimos y han causado muerte y más muerte, pero como Ruiz Esparza es amigo de muchos de esos priístas dueños del transporte, le sacó la vuelta y huyó como Forrest Gump. Hace dos noches, Denisse Maerker dio la numeralia de la muerte, el secretario se defiende que revisó la norma 012, que es como la Carabina de Ambrosio. Y el otro secretario, el de gobernación, el chinito Osorio Chong, asegura que ya le meten mano. Que han bajado la carga pesada a 75.5 toneladas, como si eso fuera un aliciente. Quien esto escribe toca el tema, porque se la vive trepado en las malas y caras autopistas de Capufe unas tres veces por semana, y se ve el peligro de estos tráileres doble caja. Ni respetan la velocidad, van a cómo se les hinche el acelerador, ni hacen paradas obligatorias para dormir, rebasan valiéndoles el infierno y no respetan a los automovilistas. Así mataron a unos muchachos, a cuatro jóvenes, en la México-Cuernavaca, y la madre emprendió a través de la página change.org una campaña nacional en contra de estos animales dueños del transporte. Otro accidente hace unos días, donde murieron 13 personas en Cuitláhuac, al impactar un camión contra un doble caja. Argumenta el inútil secretario de Peña Nieto, que se duplicaría el costo del transporte. ¿Y a él qué le importa? ¿Es socio de ellos para qué le moleste? Lo que debía hacer es presentar su renuncia al presidente, irse y que otro funcionario venga a arreglar ese asunto, porque Ruiz Esparza se ve está hasta las manitas adentro de esas sociedades. Pero ya perderán elecciones. Ya lo verán. Mientras no les importemos los automovilistas y nuestras vidas ellos seguirán sonriendo, él, Ruiz Esparza, y Osorio Chong. He escrito hasta el cansancio que el presidente debe enviarlo a recorrer las carreteras, y vea el deterioro en que están, muchos de estos dobles cajas libran los baches y es ahí cuando, al dar el coletazo, crean los accidentes. Ruiz Esparza se la vive viajando en avión, pero ya es su pena y su culpa. De él y de Peña, que lo sostiene.

LOS NOBEL NO MERECIDOS

Suele la Academia Sueca, de vez en cuando, ‘chafear’. Algunas veces padece Alzheimer, como cuando olvidó dar el Premio Nobel de Literatura al gran Jorge Luis Borges. En el de la Paz es donde las inconformidades crecen y no siempre aciertan. Antier se lo dieron al presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, por algo que es su obligación como gobernante, atender a la paz, aunque algunas sean de los sepulcros. Hace no mucho se lo dieron a Barack Obama, y antes al halcón Henry Kissinger, cosa que hasta el mismo Alfred Nobel se revoloteó en su tumba, no porque no lo merecieran, porque debía estar proscrito, prohibido para los políticos gobernantes. Los políticos cumplen funciones para las que fueron electos. Su premio es reconocerles su labor, no otorgarles premios. En el de la Paz hace años también galardonaron a Teddy Roosevelt, porque dio el primer caso al Tribunal de la Haya y apaciguó la guerra rusa-japonesa. A otro presidente americano, Woodrow Wilson, porque fue fundador de la Sociedad de Naciones, la mamá de la ONU. Otro a Willy Brandt, el canciller alemán. Mucha grilla, mucha política en estos premios. A Begin y Anuar el Sadat, dizque por los acuerdos de Camp David para detener la guerra Egipto e Israel, una guerra que no tiene fin y si tiene muchos odios. A Mijail Gorbachov, porque les gustó bien su lunar en la frente, dicen que eso es una señal divina y que era enviado de Dios para combatir el mal del comunismo. Arafat, Rabin y Simón Pérez, o sea, los árabes y judíos que pelean toda la vida en el Oriente Medio, son premiados en Suecia. Vergüenza debía darles. Al cacahuatero Jimmy Carter, un presidente gris que, al terminar su reinado se dedicó a contribuir a la paz del mundo con su sonrisa gringa donde mostraba sus dientes de tarpala. Visor electoral, terminó el pobre. A Al Gore porque, después de que el hermano Bush de la Florida le robó la elección presidencial para el hermano Bush de La Casa Blanca, se dedicó a mostrar cómo componer el mundo en un video naturista, y por eso lo premiaron, casi de Herbalife. Bah. Debían premiar a Kamalucas, un filósofo de mi pueblo, que hace más que Gore por el mundo. La de Obama es sublime, el texto de la Academia dice, dulzona y cursi: “Sólo muy rara vez una persona tiene el mismo alcance que Obama ha tenido al capturar la atención del mundo y brindarle a su pueblo la esperanza de un futuro mejor”. Guauu, uffff, no mammy blue, me derrito, ay si tú, eso es todo. Rara vez encontramos una gente así, totalmente palacio. También se lo han otorgado a gente muy merecida, Martin Luther King en 1964, y la Madre Teresa, una santa, en 1979. Lech Walesa, líder polaco. Hay un mexicano al grito de guerra que lo ganó, Alfonso García Robles, personaje de gran reconocimiento internacional, diplomático de carrera. Echeverría lo quiso pero no llegó ni a segunda base, por hablar del béisbol, su Carta de Derechos y Deberes Económicos de los Estados lo ponían en esa tesitura de Premio Nobel de la Paz. Pero ni el lenguaje de Porfirio Muñoz Ledo pudo conseguírselo. Nelson Mandela, en 1993. Y nuestra casi paisana, Rigoberta Menchu. Muy merecido. En 2012 se lo otorgaron a la Unión Europea. No sé si por permitir que los países europeos anden quebrados económicamente y sin cash, como Zedillo, o por haberlos maltratado tanto que hay rebelión en su pueblo, en sus gobernados, sobre todo los turcos y españoles. Hay gente que opina que lo merecían mejor, en su tiempo, gente como Steve Jobs, ahora difunto, o Bill Gates, aquellos genios que han hecho más por la humanidad que cualquiera, desde un garaje del Silicón Valley. Pero es historia contemplada. Premios Nobel de la Paz vendrán y allí estaremos viéndolos, mientras se tenga vida, porque los muertos no son merecedores, solo los vivos. Aunque los muertos son imbatibles, porque ya no cometen errores, según Minga, una gente de mi pueblo.

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