Hay personajes que se ostentan, incluso, como abogados, que afirman que Javier Duarte de Ochoa, Gobernador del Estado, con licencia, puede ser detenido inmediatamente, debido a la orden de aprehensión que se ha girado en su contra, porque, sencillamente, ya no goza del fuero constitucional que lo protege como depositario del Poder Ejecutivo de Veracruz.

Estas opiniones se han emitido en razón de que el mandatario decidió solicitar licencia por el tiempo que dure su gobierno.

Sin embargo, dichas voces no fundamentan correctamente sus aseveraciones, ya que no han considerado que Javier Duarte de Ochoa, fue elegido por el pueblo veracruzano, durante un proceso electoral donde resultó ganador de las elecciones y por lo tanto, este puesto no posee el carácter de renunciable, salvo que se le siga un proceso de procedencia en la Legislatura del Estado, la cual esta compuesta por representantes populares, es decir, la voz y la autoridad del pueblo depositada, también, a través del voto, para ejercer las facultades que les corresponden, siendo una de ellas, precisamente, la de revocar el mandato constitucional y por lo tanto, dejándolo sin esta protección.

Esto quiere decir, que si el pueblo decidió a través del voto popular, que sería el Gobernador del Estado, por el periodo constitucional, para el cual fue electo, se tendrá, entonces que esperar a que concluya su mandato y que deje de ser el Ejecutivo del Estado, para convertirse en un ciudadano veracruzano, como los demás, es decir, sin el poder otorgado, sin el fuero constitucional para su persona, por el solo hecho de encontrarse fuera del tiempo para el cual fue nombrado.

Así es que aún con la orden de aprehensión emitida por juez competente, el mandatario, con licencia, no puede ser detenido y por lo tanto, permanecerá libre hasta en tanto no culmine el periodo gubernamental para el cual fue electo.

Si la sola licencia para separarse del cargo, le anularía la protección constitucional, entonces también se daría el caso de que si Miguel Ángel Yunes Linares, resultara responsable de los acusaciones que se le han estado haciendo durante los recientes meses, también podría ser detenido, a pesar de que también posee fuero constitucional, en su carácter de diputado federal, con licencia.

Ambos casos, se tienen que estudiar a la luz del derecho, porque de ejecutarse la orden de aprehensión que se ha girado en contra de Javier Duarte de Ochoa, se estarían violentando sus derechos como gobernante con licencia y se entraría, en otro problema de carácter jurídico que en este momento, no convendría para las acciones del gobierno federal, quien lo busca a través de la Procuraduría General de la República. Esto, de ninguna manera, es una especie de defensa de quien ha generado las peores condiciones económicas, políticas y sociales de la entidad.
Lo que, probablemente, en este momento este realizando la Procuraduría General de la República, sean pesquisas preventivas, es decir, ubicación del presunto delincuente para tenerlo a disposición para cuando termine el periodo gubernamental para el cual fue electo.

Así, de esta manera, en el primer minuto del día primero de diciembre próximo, la dependencia federal, podría ejecutar la orden y proceder a su detención con la finalidad de continuar con el proceso de aplicación de la justicia.

Visto esto, salvo que las autoridades apresuren el famoso desafuero, el Señor Javier Duarte de Ochoa, seguirá gozando de su libertad, moviéndose, incluso, por lugares visibles.

Desde luego que esto, tampoco lo haría, ahora que se ha ausentado, prácticamente, de su domicilio habitual y ha decidido esconderse para no ser ubicado, puesto que esto lo pondría en manos de las autoridades que lo reclamaran a partir de las cero horas del día primero de diciembre.

En términos generales, esta parece ser la situación jurídica de Javier Duarte de Ochoa, quien sigue siendo protegido ante la ley, en razón de que su cargo no proviene de una designación, sino de una elección popular.

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EL GOBERNADOR Flavino Ríos Alvarado, quien sustituye al Gobernador constitucional, Javier Duarte de Ochoa, por los días que le faltan a la conclusión del periodo gubernamental que le corresponde, esta cumpliendo, al pie de la letra, con la responsabilidad que el mismo Congreso del Estado, le ha otorgado a nombre, sin duda alguna, del pueblo veracruzano.

En ese sentido, haciendo uso de las facultades que le corresponden, ha nombrado a la Maestra Irma Chesty, como Coordinadora General de Comunicación Social, del Gobierno del Estado, en sustitución del más reciente funcionario de esta dependencia, Alberto Silva Ramos.

Termina, de esta manera, la historia más negra de la vocería gubernamental, donde el saqueo también se dio a diestra y siniestra.

La Maestra Irma, es una persona con amplio reconocimiento de los representantes de los medios de comunicación, además de que ha estado cerca del ahora Gobernador del Estado, en tareas de comunicación que le han permitido difundir el trabajo que se realiza, primero en la Secretaría de Educación de Veracruz, y posteriormente, en la Secretaría de Gobierno.

Sin duda, en opinión generalizada del medio periodístico de Veracruz, la nueva funcionaria de comunicación, en el Gobierno estatal, es un verdadero puente de comunicación y de relación institucional con quienes realizan, cotidianamente, la labor del periodismo en todas sus expresiones.

De esta manera, se reacomoda la actividad, principalmente, en el área de comunicación social, donde era importante que se rescatara, también, la buena relación con los medios de comunicación.

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DONDE TAMBIEN se requería de la atención directa a la población, de manera especial, con las familias veracruzanas, se ha dado un nombramiento especial por tratarse de la hija del propio gobernante veracruzano, Dulce María Ríos Guerrero, quien se hará cargo de la Presidencia del Sistema Estatal para la protección de las familias veracruzanas, DIF, en los días que transcurrirán hasta el final de este sexenio gubernamental.

Esta importante dependencia, se encontraba acéfala desde el momento mismo en que la pareja Duarte-Macías, se ausentó de la administración estatal, en virtud de la licencia solicitada por quien se mantenía en su carácter de gobernador del Estado, Javier Duarte de Ochoa.

Desde hace unas cuantas horas, la hija del Gobernador Flavino Ríos Alvarado, se desempeña en esta función y responsabilidad de gran dimensión social, iniciando una actividad permanente a favor de las familias veracruzanas, las que desde ahora, estarán siendo atendidas directa y personalmente por la nueva funcionaria que, sin duda, seguirá la misma política de su padre, el Gobernador de Veracruz, para estar cerca de la gente.

Así es como se esta cerrando este gobierno, con una administración estatal que pretende cumplir, hasta el último momento, con los compromisos contraídos y que no son de carácter personal, sino más bien de sentido institucional.

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Y EL LUNES, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

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