*De Unamuno: “vencer no es convencer y no puede convencer el odio que no deja lugar a la compasión”. Camelot

TRES ASUNTOS

UNO: Como se esperaba, por unanimidad los Magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, desechó la impugnación del Clavillazo Reza (el que reza y reza y no deja de rezar, como los peces en el rio), que achacaba al Clero, en especial al Arzobispo Hipólito Reyes Larios, que se fue de bruces a apoyar al choleño Yunes Linares. Raro, un tiempo Hipólito fue llamado ‘Pripolito’.

DOS: El gobernador ya electo, ahora sí podrá presentar su Dream Team y lucirlo y gritar a los cuatro vientos que con ellos hará un gobierno de carrerita, por los dos años. Se hacen apuestas. Si usted no ha sido llamado aún, consuélese, los que van a llegar a sentarse a la mesa del señor, ya fueron avisados, fórmense para la que sigue. A Loret de Mola le dijo que va con jóvenes y mujeres, y uno que otro dino, eso lo digo yo. No le importa de qué partido sean, solo fregones y honestos (eso es mío, también). Parece que se toma la foto con Peña Nieto, hoy en Los Pinos. No habrá pastel, como en tiempos de Calderón.

TRES. Los tráileres mata gente siguen creando desgracias en las carreteras nacionales, los doble caja son emisarios de la muerte, y Gerardo Ruiz Esparza, el inútil secretario de Comunicaciones de Peña Nieto, sale en defensa de ellos y los protege. En el Puente de Metlac siguen los muertos, le tocó ayer a una señora. Pero ha habido otros allí mismo, el 13 de marzo y 12 de mayo, según denuncia El Buen Tono de Orizaba. Pésimo ese camino de Capufe. Camino de la muerte. Debía uno demandarlos, uno por uno.

LA MALDICION (EL OUT 27)

Estamos en el béisbol, inmersos en los play off. Todo está en el béisbol. No hay nada más serio que el béisbol, todo lo que necesitas saber está allí: tiene éxitos y fracasos, momentos de compañerismo y momentos de soledad, y tiene un fin, no un reloj, como en otros deportes, sino tiene un fin. Juegan Chicago y los Dodgers, Cleveland ya se apuntó para el primer boleto. Y me enteré de la maldición de la cabra. Va la historia: En 1945 un tabernero de Chicago, que tenía una cabra y su bar se llamaba así, la cabra de Billy, quiso entrar al estadio con su cabra, al mismísimo Wrigley Field. Era un juego de la Serie Mundial y los locales iban 2-1. La cabra apestaba y le dijeron no entra tu cabra, con todo y que, muy decente, había comprado dos boletos, para él y para su cabra. Mandó llamar al dueño, porque era el dueño del bar del pueblo, muy conocido. El dueño le dijo no, y entonces, como brujo les echó la maldición. Jamás ganarán una Serie Mundial. Y esa maldición ha vivido hasta la fecha. “Los Cubs no ganarán nunca más. Los Cubs nunca ganarán la Serie Mundial hasta que no le permitan a la cabra ingresar a Wrigley Field”, maldijo un enojado Billy. Créase o no, Chicago Cubs perdió la final con Detroit Tigers (“¿Y ahora quién apesta?”), decía una carta que Billy le envió a Wrigley una vez consumida la derrota) y jamás volvió a clasificar a la Serie Mundial. Así nació la Maldición de la Cabra. Quizá ahora se rompa, en este llamado un tiempo clásico de octubre de 2016.

LA OTRA MALDICION

La otra maldición fue la de Babe Ruth. Cuando Medias Rojas de Boston vendieron al Bambino Babe Ruth, él molesto, porque no quería ser vendido les dijo que jamás ganarían una Serie Mundial, les tiró una buena maldición. Ruth llegó a los Yankees de Nueva York y dejó un record en 1927 con 60 jonrones, que Roger Maris rompió en 1961 con 61 jonrones, pero con más juegos. Era una leyenda, el más grande beisbolista que ha parido el mundo, el mismo que ayudó a construir el Yankee Stadium, la casa que Ruth construyó. Los Yankees, que no habían ganado nunca antes de la llegada de «Babe» Ruth, empezaron a ganar campeonatos con el Bambino, quien los ayudó a ganar 4 de los 27 que en total acumulan los de Manhattan (líderes). Una vez vendido Ruth, empezó la increíble debacle de los Medias Rojas, quedando constantemente entre los últimos lugares por los siguientes 12 años. Esa maldición terminó 86 años después. Terminaba la maldición de Ruth, luego de 86 años de sequía, Boston lograría ganar la Serie Mundial del 2004 y repetirían en el 2007 ante Colorado para su segundo título en apenas 4 años.

Así han sido y fueron esas dos maldiciones, veremos si esta se rompe en estos días y en la final, que jugarían ante los Indios de Cleveland. El béisbol es impactante, bien lo dijo Bill Vecck: “El beisbol es casi la única cosa ordenada en un mundo muy desordenado. Si tienes tres strikes, ni siquiera el mejor abogado puede sacarte de este lio”.

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