*Si en el PRI pretenden expulsar uno por uno a los gobernadores y exgobernadores caídos en desgracia, como quieren hacer ahora con Fausto Vallejo, de Michoacán, se quedarán solos. ¿Quién cerrará la puerta? Camelot.

EL GABINETE DE YUNES

Decía el presidente Kennedy que “Un hombre inteligente es aquel que sabe ser tan inteligente como para contratar gente más inteligente que él”. Eso lo dijo cuando reclutó a personal a su Gabinete, los que le acompañarían en el nacimiento de la Nueva Frontera, hasta que una conjura de su mismo gobierno lo liquidó, en Dallas, un nefasto 22 de noviembre, presente lo tengo yo. Los viejos sanedrines (asamblea o consejo de sabios) de la tribu, solían decir que cada gobernador emplea su estilo personal de gobernar. Me dicen que el domingo (no lo vi, porque había El Gran Premio de México, fútbol americano y Serie Mundial, y mi religión no me permite distraerme los domingos) el gobernador electo, Miguel Angel Yunes Linares, nombró al equipo de transición, que son como Los Vaqueros de Dallas, pero sin porristas. Los que abrirán las puertas que están cerradas de par en par y ni Flavi quiere abrir, para que vayan a enterarse de cómo quedó todo, después de que el Titánic se encontró al iceberg y lo hundió un hielo llamado Los Pinos. Encontrarán despojos y poco cash en efectivo. A los suyos les leyó los 7 Mandamientos, y a Flavino interino, le dijo: quieto venao, no más deudas. Solo le faltó decir, como Miguel de Cervantes: “La verdad adelgaza y no quiebra, y siempre anda sobre la mentira como el aceite sobre el agua”. El presidente Peña debe enviar los recursos que son necesarios para tanto Ayuntamiento que andan pasando miserias. Alguna vez, en pleno cierre de gobierno, cuando la Federación desconfió de JDO, en plática del senador Pepe Yunes con el poderoso Videgaray, secretario de Hacienda, le pidió que cuando enviara la lana enviara un interventor, que se hiciera cargo de repartir. Así pueden hacer ahora, si su desconfianza es tal. Vienen aguinaldos y vienen días difíciles y El Buen Fin, donde todo mundo se endroga. Pero estaba con los de Yunes. Apareció una lista donde se ven muchos nombres, de su gente, de los que se la jugaron con él para ser lo que está a punto de ser, gobernador constitucional. Por Orizaba y Córdoba aparecen Leticia López Landeros y Hugo Fernández Bernal, que ya fue alcalde. Y por Orizaba, Alejandro Zairick Morante, que entrega el cetro de diputado y se le avizora un panorama alentador, porque es la gente de Yunes en este sitio. Supe que a él le encargó ver con lupa los nombres de los futuros funcionarios de gobierno, donde se sentarán los que ya bailaron por 19 mil años, los priístas. Bueno, la mayoría, alguno que otro se colará, aunque se duda. Yunes llegará con los que tenga que llegar. Con ellos hará un gobierno muy corto, de escasos dos años, con ellos vendrá a capotear el temporal de la elección municipal que se avecina. Zairick es un fuerte prospecto para el panismo de Orizaba. Ahora será la RAU (Republica Árabe Unida), la fuerza que represente este color azul partidista. Antes fueron los Escudero, ahora llegan los Zairick, porque hay también otro joven, Daniel, hijo de Walid y Elsi, que dio una buena batalla por la diputación federal y perdió, pero no hay que amilanarse, es joven y las derrotas a veces se cargan en el pecho como medallas del buen vivir con honor.

EL MAS ALLA

(MANUEL VICENT-DIARIO EL PAIS)

“Me gustaban mucho aquellos entierros tan estéticos de las películas de John Ford en las películas del Oeste, con el pastor protestante leyendo salmos de Isaías ante unos vaqueros cabizbajos con el sombrero en la mano: conduce, Señor, el alma de nuestro hermano a los verdes valles del Edén, mientras los golpes de azadón herían la tierra madre para albergar al finado hasta el juicio final. También me gustaban los entierros llenos de alaridos griegos tan mediterráneos con labradores en el duelo, que cerraban tratos de cosechas durante el camino al camposanto donde el cura católico dejaba al difunto amparado bajo un mármol barroco hasta la resurrección de la carne. La costumbre de incinerar los cadáveres le ha quitado a los gusanos su compromiso religioso con las postrimerías y ha impuesto un perfil laico a la muerte, que la Iglesia nunca ha aceptado de buen grado porque le deja sin la última baza, el control de salida de este mundo, previo pago de peaje. En la asepsia de los tanatorios (funerarias), antes de la cremación, unos versos de Keats y un cuarteto de Schubert han sustituido a los fieros responsos con los hisopazos sobre el féretro. Ahora el Vaticano trata de controlar nuestras cenizas con la obligación de depositarlas en un lugar sagrado como si no fueran sagrados los mares, los ríos y las montañas. Con las cenizas se pueden hacer diamantes e incluso un piercing para lucir al muerto engarzado en el ombligo o junto a los labios; también hay cenizas muy alegres que los deudos conservan en casa y las sacan a pasear los domingos o se las llevan de vacaciones a Benidorm, pero uno se pregunta adónde van a parar los anillos y las muelas de oro, las prótesis de titanio, la batería de litio del marcapasos, atributos que resisten al fuego y son inmortales. Despojadores de cadáveres los ha habido siempre desde el tiempo de las pirámides”.

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