Ante los graves hechos de violencia feminicida observados a lo largo y ancho de Latinoamérica y el mundo durante las dos últimas décadas, muchos han sido los mecanismos para la erradicación de esta, por ejemplo; La Declaración y Plataforma de Acción de Beijing (1995), la cual fue adoptada de forma unánime por 189 países, en los cuales se establecieron una serie de objetivos estratégicos para conseguir la igualdad de género resumidos en doce esferas de especial preocupación: La mujer y el medio ambiente, La mujer en el ejercicio del poder y la adopción de decisiones, La niña. La mujer y la economía, Los derechos humanos de la mujer, Educación y capacitación de la mujer, La violencia contra la mujer, La mujer y la pobreza, Mecanismos institucionales para el adelanto de la mujer, La mujer y la salud, La mujer y los conflictos armados, La mujer y los medios de difusión.
Sin embargo veintiún años después, aun con los cambios y los avances en derechos y las vidas de tantas mujeres, ningún país ha conseguido completar el programa de la plataforma de Beijing, el pasado año 2015 en el marco del día Internacional de la Mujer, la Asamblea General de las Naciones Unidas presentó los compromisos específicos que los gobiernos deben desarrollar para dar garantía a los derechos de igualdad de las mujeres, la necesidad de estas acciones surgen en un momento sumamente crítico a nivel mundial, donde las estadísticas de asesinatos y feminicidios se han incrementado de manera alarmante, estos compromisos se adquieren como parte de la nueva agenda para el fortalecimiento de leyes que sustenten la creación de programas para la erradicación de la violencia contra mujeres y niñas, así como fomentar la participación de las mujeres en la toma de decisiones, las inversiones en los planes para la acción nacional o política en favor de la igualdad de género, así como otras acciones referentes a la igualdad sustantiva, en conjunto estas acciones dieron origen a la iniciativa denominada DEMOS EL PASO por un planeta 50-50 en 2030, cuyos objetivos claves son: velar por que todas las niñas y todos los niños terminen los ciclos de la enseñanza primaria y secundaria, de manera gratuita, equitativa y de calidad, producir resultados escolares pertinentes y eficaces, velar por que todas las niñas y todos los niños tengan acceso a servicios de atención y desarrollo en la primera infancia y a una enseñanza preescolar de calidad, a fin de que estén preparados para la enseñanza primaria, Poner fin a todas las formas de discriminación contra todas las mujeres y las niñas en todo el mundo, Eliminar todas las formas de violencia contra todas las mujeres y las niñas en los ámbitos público y privado, incluidas la trata y la explotación sexual y otros tipos de explotación, Eliminar todas las prácticas nocivas, como el matrimonio infantil, precoz y forzado y la mutilación genital femenina.
La cuestión de género, en particular la no violencia hacia las mujeres, forma parte de agendas nacionales en toda la América, se observan cada vez más espacios cubiertos por mujeres, lo cual en siglos anteriores estaba prohibido, Sin embargo, debemos admitir que la igualdad aún no es completa, que aún falta por hacer. Que se deben traducir las convenciones, los tratados, los acuerdos y las leyes en nuevas realidades cotidianas de niñas y mujeres.
Debemos reconocer que no se nace violento, se aprende a serlo, lo cual exige un cambio profundo en nuestra forma de pensar y actuar, todo avance de una nación se logra juntos; mujeres y hombres, progresar es la construcción de un mundo mejor en igualdad y oportunidades donde las niñas y las mujeres no deben vivir más una discriminación, una agresión mucho menos un feminicidio, necesitamos que se retroceda en cuanto a la violencia y son los hombres, sus gobiernos y la sociedad quienes debemos cambiar para lograrlo.