LUEGO DE LA entrevista que el Gobernador electo de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares, sostuvo con el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, nacieron algunas esperanzas de que Veracruz, pueda salir del problema financiero que viene sosteniendo desde hace varios meses, debido al endeudamiento generado por la administración estatal que aún no termina.
A su salida de los Pinos, Yunes Linares, tenía otra cara, es decir, más optimista, según pudieron advertir quienes tuvieron la oportunidad de verlo.
Y es claro, Yunes Linares, tenía el pendiente, primero, de que el Mandatario nacional, lo recibiera, pues como él mismo dijo y acepta, solo de esta manera es como se puede trabajar coordinadamente.
Por otro lado, existe la plena seguridad de que los temas que se tocaron entre el Presidente de la República, y el Gobernador electo, fueron, indudablemente, el problema financiero y consecuentemente del personaje que generó esta desestabilidad económica en el Estado, es decir, Javier Duarte de Ochoa.
Debió, por lo tanto, acordarse como salir del hoyo económico en que fue metido Veracruz, más cuando un nuevo partido político entra al escenario político estatal, con la gubernatura de Veracruz.
Cierto es, desde este punto de vista, a ninguno de los dos partidos políticos les conviene sostener esta situación de enfrentamiento político, pues el que más promocionó el ataque, junto con sus testaferros, fue precisamente el Gobernador con licencia, Javier Duarte de Ochoa.
Una salida debe haberse concretado en el tiempo que le concedió el Presidente, al Gobernador electo, pues es de importancia para ambos, que Veracruz, marche nuevamente por el sendero de la tranquilidad y de la autosuficiencia económica, pues de lo contrario, todos pierden.
Si bien, Miguel Ángel Yunes Linares, ha declarado que no esta dispuesto a endeudar más al Estado, con préstamos bancarios y otros ingresos que no se puedan respaldar con lo que le corresponde a Veracruz, es también justificable que en estos momentos cambie de parecer, pues es necesario hacer un buen trabajo, después de tanta alharaca política. Pero más allá de todo esto, también hay que recordar que el proyecto político de Yunes Linares, no se queda en los dos años que gobernará, sino que esta viendo, desde ahora, el futuro político que viene en el dos mil dieciocho, por lo que trabajar en los meses que vienen con las manos vacías, sería como entregar, desde ahora, el poder que tendrá, el cual, efectivamente, es de transición, pero con miras políticas de alto nivel para lo que viene muy pronto.
Visto de esta manera, Miguel Ángel Yunes Linares, tendrá que aceptar que la prioridad es sacar a Veracruz, del problema económico que enfrenta y devolverle su plena gobernabilidad, pero para ello tendrá que recurrir, necesariamente, a los apoyos financieros de los bancos, los cuales, se tiene entendido, ya recibieron alguna instrucción federal, para poder respaldar a la entidad veracruzana.
Así es que, por ahora, la esperanza de los once mil millones de pesos que se manejaron como un posible rescate financiero, ya se esta perdiendo, ya que bien se ha dado el mensaje federal, de que no esta dispuesto a rescatar a Veracruz, mediante la inyección de estos miles de millones de pesos, por aquello de crear un mal precedente, sí se ha dispuesto de una salida emergente
Sin embargo, hay que entender también, que esta estabilidad que requiere la entidad veracruzana, no vendrá de la noche a la mañana, pues se necesita instrumentar las acciones financieras que procedan, así como enderezar la nave en los demás temas como es la seguridad pública que también se ha convertido en un permanente reclamo de los veracruzanos.
Así que Yunes Linares, ya dio sus primeros pasos al entrevistarse con el Presidente y obtener, desde ese momento, los primeros indicios de cómo se va a operar el rescate financiero de Veracruz, el cual no será precisamente, como se había planteado en principio.
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LOS ALCALDES QUE tienen secuestrado al Palacio de Gobierno, deberían pensarlo dos veces.
Su petición es real, seria y viable, pero tomando las instalaciones de la casa del pueblo, no van a lograr nada, por la sencilla razón de que todos los movimientos que ahora se generan en todas partes, tienen como objetivo central, recuperar los recursos económicos que no les han hecho llegar.
Solo que para el gobierno de Veracruz, el problema no esta en retener esos pagos, sino la falta de dinero para hacerlos llegar a sus destinatarios.
Los mismos alcaldes tienen que aceptar que no hay dinero, porque estos recursos que reclaman ya fueron desviados o saqueados por otros personajes que ni siquiera los tienen a la mano para reclamarle.
Así es que de donde quieren que aparezca el recurso, si el mismo Gobernador electo, tiene entendido que tendrá que recurrir a préstamos bancarios o a otras estrategias económicas para poder iniciar su gobierno.
Así es que mientras no haya dinero, lo mejor es pensar, usar la imaginación y ponerse a trabajar para poder cumplir con sus compromisos, pues sus ayuntamientos, ahora abandonados a su suerte, serán objeto de reclamos por sus trabajadores que esperaran puntualmente sus salarios y prestaciones de fin de año.
Tienen toda la razón al manifestarse de esta manera, pero si no hay dinero, entonces que esperan reteniendo el Palacio de Gobierno, que además, pueda constituir, en el momento de las investigaciones, un grave delito que puede ser denunciado, no por el nuevo gobierno, sino por los mismos veracruzanos organizados.
Y es que tiene razón el casi Ex diputado local, Ricardo Ahued Bardahuill, cuando señala que la desesperación tiene un límite y que puede generarse, en corto plazo, un estallido social.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.
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