En el Acuerdo de París, México se compromete a reducir 25% de sus emisiones de Gases de Efecto Invernadero y de Contaminantes Climáticos de Vida Corta (CCVC), es decir, 22 por ciento de GEI y 51 por ciento de carbono negro.
Como parte del compromiso climático firmado el 22 de abril pasado en la sede de las Naciones Unidas, en Nueva York, Estados Unidos, México es uno de las 195 Partes que aprobaron dicho Acuerdo el 12 de diciembre de 2015 y que podrán ratificarlo en abril de 2017.
A través de una infografía publicada en Twitter, ONU México detalla qué significa para México el Acuerdo de París.
Menciona los elementos clave del convenio, cuyo objetivo principal es mantener el aumento de la temperatura del planeta debajo de los dos grados centígrados hacia finales de este siglo; a partir de 2020, cada cinco años los países revisarán y fortalecerán sus contribuciones nacional (INDC).
Se destinarán 100 millones de dólares en financiamiento climático para los países en desarrollo; habrá mecanismos para la rendición de cuentas para asegurar el cumplimiento de las metas y la adaptación es el factor central para ayudar a los países más vulnerables.
Ante ello, el país promete reducir sus emisiones del sector industria generando el 35% de energía limpia en 2024 y 43% al 2030.
Para 2026 México tendrá un pico máximo de emisiones y logrará bajar la intensidad de carbono del PIB en 40%, como parte de sus Contribuciones Intencionales Determinadas a nivel Nacional (INDC’s).
Las INDC´s son los planes de acción climática presentados por cada país que describen la cantidad de emisiones que reducirán y sus acciones a realizar.
Por sus características geográficas, México es altamente vulnerable a eventos hidrometeorológicos, pues en 2014, los daños y pérdidas estimadas por desastres ascendieron a 32 mil 933 millones de pesos.
En materia de adaptación, el país se compromete a garantizar la seguridad alimentaria y acceso al agua, reducir 50% el número de municipios vulnerables; participación de la sociedad en la preparación de políticas públicas.
En 2030, pretende alcanzar una tasa de cero% de deforestación; reforzar cuencas altas, medias y bajas; conservar y restaurar ecosistemas, entre otras acciones.
En cuanto a la adaptación de la infraestructura estratégica, garantizará y monitoreará el tratamiento de aguas residuales urbanas e industriales en asentamientos humanos mayores a 500 mil habitantes.
Para llevar a cabo estas acciones es necesario contar con el desarrollo de capacidades, la transferencia de tecnologías y el financiamiento para la adaptación.
En materia de emisiones, de acuerdo con el Inventario Nacional de GEI, emitido por el INECC en 2015 con datos de 2013, México emite el 1.4% de las emisiones globales de Gases de Efecto Invernadero.
Por sector, contribuye con 26.2% el transporte; 19% la generación eléctrica; 17.3, la industria; 12.1, el petróleo y gas; 12, agropecuario; 4.9, el uso de suelo; 4.6, los residuos y 3.9% el residencial.
Por su parte, el presiente de la República, Enrique Peña Nieto, publicó via Twitter algunas de las acciones concretas para lograr el acuerdo.