En su libro “Política en la periferia. El debate de las ideas” el Maestro Marcelo Ramírez Ramírez se pregunta en la Introducción ¿Por qué Política en la periferia? y se responde, porque estamos en la periferia del mundo desarrollado, en esa parte del planeta situada en el sur, donde luchan por posicionarse, aceptando los términos de una competencia desigual e injusta, los países latinoamericanos a cuya comunidad pertenecemos. Además porque Veracruz forma parte de otra periferia, a donde llegan las decisiones políticas centrales que marcan su destino, destino que, desafortunadamente, no siempre no es favorable como lo demuestra la situación actual de quiebra total, agregaría yo.
En otro párrafo de su misma introducción, que al igual que el resto del cuerpo de su obra no tiene desperdicio, afirma “La historia es el hogar de la política; en ella nace y en ella despliega su propia historia que se escinde en dos vertientes: la de la acción y la de la reflexión. Según han observado algunos autores, el dar en español el mismo nombre de política a la práctica social a través de la cual los hombres luchan por el poder y a la reflexión sobre esa misma práctica, a menudo lleva a confusiones contra las que debemos precavernos. La concepción humanista de la política, centrada en los mejores intereses del individuo y la sociedad, puede ayudarnos al análisis crítico de los modos de hacerla que, desde luego se alejan en mayor o menor medida del paradigma citado, supuestamente defendidos por políticos y partidos en constante lucha por prevalecer”. Continúa el autor afirmando que “este distanciamiento de lo que es y aquello de lo que debiera ser la política ha existido siempre y expresa la tensión que le es inherente, tal como se vive en cada sociedad y en cada época histórica.”
El Maestro Marcelo, como excelente filósofo y pedagogo virtuoso, no deja de llevarnos a reflexiones más profundas, con uno los grandes maestros de la antigüedad y de los cuales nuestro autor es de los mejores discípulos, más allá del tiempo y la distancia: el gran Platón.
Para otros estudioso de la filosofía Platón distingue dos modos de realidad, una, a la que llama inteligible, y otra a la que llama sensible. La realidad inteligible, a la que denomina «Idea», tiene las características de ser inmaterial, eterna, (ingenerada e indestructible, pues), siendo, por lo tanto, ajena al cambio, y constituye el modelo o arquetipo de la otra realidad, la sensible, constituida por lo que ordinariamente llamamos «cosas», y que tiene las características de ser material, corruptible, (sometida al cambio, esto es, a la generación y a la destrucción), y que resulta no ser más que una copia de la realidad inteligible.
En relación a esta reflexión existen otras que vienen de civilizaciones más antiguas, como es el caso del absoluto manifestado y el absoluto no manifestado o sea la esencia y la presencia, lo que es permanente y lo que es impermanente; mientras la esencia se encuentra en todas las cosas visibles e invisibles y es incorruptible, la presencia es transitoria, corruptible y perfectible como es en este caso la “cosa” política practicada actualmente por los seres humanos.
A su vez Aristóteles, discípulo de Platón, considera que la Ciencia Política es el bien soberano, pues abarca los fines de todas las ciencias, pues es amable hacer el bien a un solo individuo, pero es más grato y divino hacerlo al pueblo y a las ciudades.
Para Aristóteles cada cual juzga lo que conoce, resultando ser buen juez en lo que le es propio, cada asunto demanda una instrucción adecuada, el juzgar solo lo puede hacer quien tenga una cultura general, por lo que el joven quien es frívolo y partidario de sus pasiones, no es el oyente más adecuado para captar la Ciencia Política, sólo el varón superior, los espíritus selectos y los hombres de acción que relacionan la felicidad con el honor, que es la virtud y el fin de la vida política.
El Maestro Marcelo cumpliendo cabalmente con los elementos de juicio exigidos por Aristóteles, para eso y más, en el cuerpo de su obra reflexiona, y analiza, que no se debe idealizar la conducta humana, poniendo como ejemplo el caso de la edad de oro ateniense, donde también se dieron casos no muy virtuosos. Sin embargo considera que las categorías teológicas al reconocer a los seres humanos un valor absoluto, desempeñaron un papel regulador de las políticas públicas, citando la labor de algunos frailes españoles como Fray Bartolomé de las Casas, en su defensa de los derechos indígenas en la Nueva España, y continúa diciéndonos que esa defensa se inspiró en los principios del pensamiento aristotélico, imbuidos de la caridad cristiana, tal como los integró, en síntesis admirable, el jurista y teólogo Francisco de Victoria.
También afirma, quizá lamentándose en su sensibilidad espiritual y humanística, que en los tiempos modernos, con Maquiavelo y otros teóricos, la política se transformó radicalmente, ganando autonomía y desvinculándose de toda preocupación ética, afirmando con brevedad que hubo un cambio de dirección de los intereses humanos, que en adelante se orientaron hacia los asuntos materiales y temporales donde la metafísica es sustituida por el cientismo con su óptica reductora.
La Modernidad empieza por separarse de Dios del que considera no tener necesidad, elaborando proyectos políticos en los que ve la liberación y felicidad del ser humano, la adoración del dios Mamón añado yo.
El libro del Maestro Marcelo es una obra aleccionadora sobre los nuevos tiempos, carentes en lo general, con sus contadas excepciones, de toda ética y de toda moral.
Se lee con gran fluidez debido a lo sobrio de su estilo y con una redacción clara y amena. Consta de 154 páginas constando de 23 capítulos muy sintetizados para una mejor y rápida lectura.
El Maestro Marcelo Ramírez R. como es ya sabido, tiene una amplia trayectoria cultural, académica y política, actividad última de la cual él se encuentra, prácticamente, retirado.
La presentación se hará el sábado 3 a las doce horas en el Auditorio del Centro Regional de Educación Superior Paulo Freire, que es la institución que organiza e invita, ubicado en Francisco I. Madero 18, Col. Centro del Municipio de Rafael Lucio.
Los presentadores serán Rosa Oyumy Espejo Méndez, Jesús Jiménez Castillo y un servidor.