Alfonso Mora Chama

Me pidió la entrevista a quien llamaremos, pues…”Ruby”, aconseja a un servidor. ¿“Soy de esas del talón y qué”?, mis amigos lo ven como algo tan normal como llegar al parque de Coatepec y darse una boleada, platico con los clientes de Pedro, del “Chon”, de Felipe y del “Piñita”, con el señor de los periódicos, con ustedes los periodistas y casi siempre con los policías…

-Los de palacio son mis clientes, sonríe y señala hacia el edificio del pueblo, apartan lugar conmigo en cada quincena…

-¿Por qué?…cobras caro?.

Les cobro de acuerdo a lo que me pidan. Aclara Ruby.

-Como en la carnicería amiga…maciza, lomo, cuero, rabo, nalga, cabeza…explícame amiga Ruby.

-Sí…así sencillo solamente les cobro 150 pesos. Menos de una hora.

-Qué es sencillo?…tan rápido?

-Ruby nos pidió la charla porque las damas “gordas” de la competencia ya fueron entrevistadas por Espacio 13, la expulsaron de su zona, es decir en donde esperan a los clientes, en la parte lateral de la iglesia de San Jerónimo, de lado de la “casa de azulejos”, siendo ya parte del folklor de este llamado Pueblo Mágico y ella se califica como la talonera más buena de todas las que existen en Coatepec, bueno, las que trabajan en abierto y ante la crítica de la sociedad…

-¿Verdad que no estoy tan jodida?. Nos pregunta.

-Pues no…desde luego que eres muy solicitada. Morena, ojos pispiretos, siempre sonriente y limpia…y

-Nos interrumpe. Eso sí, limpia y con revisión médica cada mes, aquí en el Hospital Civil de Coatepec, Rufina la enfermera me conoce, me revisa con el doctor. Por eso quienes quieren acostarse conmigo los selecciono, algunos muy apestosos, dientes sucios, despeinados y así no…no creas, soy exigente y yo no voy al “chinchero” en donde cobran cincuenta pesos, no. Yo llevo a mis clientes allá por la Manantiales, es una casa en donde solo la alquilan para las que taloneamos pero todo está limpio, sábanas, el baño, eso sí cobran 140 pesos y si desean toda la noche son 180 pesos.

-Pero yo solo trabajo desde las ocho de la mañana a las cinco de la tarde, tengo que atender por las tardes a mi hijo que llega de la escuela a las seis, a mi abuela con sus medicinas, diabética y muy chocosa; aunque tengo una chamaca que me ayuda y le pago cincuenta pesos, pero se va cuando llego. Cuando me piden toda una noche y hacerles de todo, les digo que no puedo. Uno del palacio, dice que es “caca grande”, me quiere para toda una noche y que le haga todo, sexo oral, muchos besos en todo el cuerpo, sentada, acostada…y hasta por el “chiquito” – la risa escapa de ella, sentados en la banca del parque frente al Caporal, en una de las bancas del bolero Pedro – pero por ahí no, nunca lo he hecho.

-Mi mirada de “a poco no”, le hace que repita:

-Nooo. No lo considero necesario, además duele.

-Entonces sí lo haces. Dices que duele.

-Pues claro, te imaginas. A ti que te metan un palo de escoba, ¿verdad?

-Ruby que pasó?…risas, bromas y la charla, adelante.

-Bueno…no me dices cuánto cobras?

-Sencillo 150 pesos. Para los que me piden más sexo 250 y que no pase de cuatro horas. Pero mira, son las doce y no “cai nada”. ¿Vamos si quieres?. ¿Vamos un rato sí?. No me arriesgo contigo, me puedes meter un palo de escoba. Risas de Ruby, mientras un cliente le hace señas a lo lejos, no se atreve a llegar a ella.

-No “mija”, tengo trabajo ahorita y una reunión de la agrupación.

-El betunero Pedro, escucha y suelta la carcajada.

-Ruby y porqué chingaos estás de talonera si hay otros trabajos digamos, decentes.

-Este es un trabajo decente, lo que pasa que ustedes y los demás lo ven como algo mal, como un pecado pero me da de comer. Mira amigo, antes de dedicarme a la “putería”, vendía verduras en Lerdo, cerca del mercado de Coatepec, pero los inspectores a cada rato me pedían no solamente dinero, también las nalgas. Fue cuando inició el “Juanelo”. Me amagaron que si no iba con ellos a la cama me metían a la cárcel. Ustedes son quienes nos obligan a ser del talón.

-¿Ustedes?…¿Yo?.

-Sí, los hombres y después se espantan de lo que hacemos, a lo que nos dedicamos y nos tratan como mujeres de la calle, si tenemos nuestro hogar, hijos, familia. ¿Mi esposo?. Lo dejé porque me golpeaba mucho – se pregunta ella y se contesta – muy celoso y pendejo porque siempre lo respeté pero ya no aguanté tantos golpes y se quedó allá en mi pueblo, ahora se arrepiente y me busca, pero no sabe que me dedico a la putería.

-Por qué entre ustedes se madrean, con las gordas de la competencia, Ruby?

-Ya les dije, ya nos llevamos bien. Si Dios ayuda a todas nosotras, la otra vez fuimos todas a misa y las viejas mochas se admiraron, ellas son las que no respetan la casa de Dios. Si no fuimos a buscar clientes a la iglesia, fuimos a misa y a rezar dando gracias a Dios porque nos da alimentos, hasta el padrecito nos saluda y nos da la bendición…las “damas de copete” se espantan, deben ser más putas que nosotras, lo que pasa que nosotras cobramos porque necesitamos llevar dinero a la casa…ellas tienen dinero.

-Es fuerte lo que dices Ruby, por qué lo afirmas?

-Jajajajajaja…porque son las más hipócritas. Nos deben de envidiar porque nosotras si la gozamos y nos pagan, ellas solo tienen su dinero y seguro pagan para que les hagan el favor.

-Me recuerda a Gabriel García Márquez, en su libro “Memorias de mis Putas Tristes”, cuando la dueña de una casa clandestina de putas, “cuando quise regalarme una noche de amor loco con una adolescente”, dijo: “También la moral es un asunto de tiempo”, decía con una sonrisa maligna, ya lo verás”.

-No hay moral, dice un compadre mío. No existen esas sociedad, solo prejuicios.

-¿Ruby desde cuando estás en esto de la taloneada como le llamas?.

-Llevo en esto como dos años apenas. Estoy nuevecita amigo, aprovecha. Las gordas me dicen ellas que llevan de jodido diez años trabajando en la cama y que a veces se cansan pero tienen que cumplirle al cliente, ya es difícil que se alejen de la putería. Las gordas se agitan cogiendo, yo lo disfruto y acabo con el cliente sexualmente.

-¿Y por qué eres la más solicitada Ruby?

-Adivina amiguito…adivina. Mira este cuerpo que se comerán los gusanos, también los humanos, es atractivo para los clientes.

-Me buscan porque soy muy cachonda. Me gusta hacer el amor, les cumplo en todo mediante una limpieza y todos contentos. Ellos se satisfacen y yo les cobro bien. Además me entrego porque siento esa necesidad de “coger” y así me pagan y me desahogo…no hago nada que me obliguen, me gusta hacerlo. Grito, me desespero, lo vivo, el deseo me llama y acudo…a veces mis clientes se espantan porque grito y me callan a besos, pero es algo tan divino, tan hermoso que deseo hacerlo a cada rato, no me lleno.

-Ah chingaos Ruby, qué literata estás. Eres inteligente, preparada…interrumpe nuevamente:

-Estudie hasta la preparatoria, en mi pueblo. Ya desde entonces los maestros querían violarme. Se siente chingón ser deseable y yo los provocaba llevando la falda del uniforme más arriba, los senos coquetos…jajajajaja….se alocaban. Un maestro me esperaba en su coche cuando salíamos, me llevaba cerca de mi casa, pero a lo único que llegó fue a acariciarme mis piernas, casi llegaba hasta “mi cosita” pero temblaba, yo se lo permití, aunque creo que si hubiera insistido me hubiera cogido, eso esperaba pero se ponía nervioso, temblaba y cuando intentó darme un beso en la boca, los lentes se le cayeron y prefirió detener los lentes, que mis besos….pendejo.

-¿Y qué pasó?….como el cura de la Chabelita.

-Ya no insistió, estaba apenado pero chismoso porque le comentó a un compañero suyo que me iba a coger y ese maestro me invitó a salir pensando en que sería fácil y lo engañé. Le dije que me esperara en una finca cerca de la escuela que llegaría cuando oscureciera, que llevara crema, condón, toalla y el pobrecito lo vi cuando llegaba a la finca, llevaba un maletín pequeño de esos que dicen Adidas, todavía con la luz del día, se notaba nervioso…pero sabes amigo, le pensé porque aún era virgen y no se…a lo mejor mis gritos nos hubieran descubierto….pero sí me quedé caliente.

-¿Ruby de dónde eres?.

-Yaaa…si sabes, me conoces. Te he visto cuando vas a mi pueblo, cerca de Teocelo pero eso no lo publiques porque tus amigos me conocen pero no saben de dónde vengo, te he visto en el autobús pero me da pena saludarte. Ahora vivo antes de llegar a Xico porque me toca más cerca para venir a la taloneada.

-¿Cuánto ganas en un día?

-Mira…ahorita no llevo ni un cliente. Esto es así, pero de jodido dos o tres clientes en tres días a la semana, me gano algo así como 500 pesos diarios, aunque a veces me voy temprano, un cliente, mis 150 pesos y me voy a Chedraui a comprar, me gusta ver los aparadores, la ropa, las zapatillas, quiero ser una señorona…viajar, tener un amorcito que viva conmigo.

-¿Señorona?…¿dices que son hipócritas?.

-No. Hablo de las que nos corregimos y que deseamos coger pero ya con un marido, con hijos y en una casa muy bonita.

-Ruby lo lograrás, pero ya aléjate de este desmadre.

-Diciéndole esto, y ella, Ruby se levantaba de la banca para acudir al llamado del cliente que desde la acera del Caporal, la invitaba a la cama.

En el parque de Coatepec como alrededor de la iglesia, existen más de docena y media de opciones deleitables, como dice García Márquez en dicho libro: “pero todas usadas”, no hay doncellas aunque la inspiración y el deseo no avisan y en esto del sexo, cada hora es un año y entrevistamos a las del tacón dorado, las que llevan dicen, la vida difícil de una mujer fácil…porque son mis amigas a quienes saludo a cada mañana a mi paso por su “oficina”, cuando cargo una edad en que la mayoría de mis contemporáneos están muertos…tenemos que acudir al llamado del Creador, solo espero sea lejano y sin dolor.

Remate:

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