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La Silla Rota

Los cambios en Televisa, el mayor poder fáctico del país –y la empresa productora de contenidos en español más grande del mundo- serán más profundos que lo aceptado, sin abandonar su opacidad.

Como se sabe, hasta ahora estos ajustes han decretado la salida de la programación de protagonistas centrales de la pantalla, como Joaquín López Dóriga, Adela Micha y Víctor Trujillo, por mencionar los más importantes.

El anuncio de que a partir de enero de 2017 dejarán de transmitirse los dos programas de opinión y entrevistas de López Dóriga, el de parodia política con los personajes de Trujillo, notablemente «Brozo», y las entrevistas de Micha, fue argumentado en bases comerciales; es decir, que atrajeron público pero no anunciantes.

No hay que perder de vista que hasta 60% de lo que el país en publicidad va a dar de una u otra manera, a las distintas plataformas de Televisa: televisión, radio, revistas, espectáculos…El método de trabajo supone armar “paquetes” de medios y programas, para ofrecer múltiples impactos al anunciantes, que debe confiar en que la mezcla de medios será ideal para su mensaje.

Si un noticiero, un programa o una revista dejan de captar publicidad, especialmente en el mediano plazo, no es porque el mercado decida castigarlos, sino porque los operadores del esquema interno reciben la instrucción de matar un producto específico, así se apellide López Dóriga. Una orden de esta dimensión sólo puede provenir de las oficinas de de Leopoldo Gómez, responsable de las emisiones noticiosas, y del jefe de éste, Bernardo Gómez.

Es probable que las razones integralmente concebidas sólo sean entendidas por tres o cuatro personas, pero debe ser considerado un hecho que bordan, sí, en la convulsión interna que viene exhibiendo la caída en las audiencias de Televisa, pero también una revisión de los rostros del consorcio frente a múltiples públicos, lo mismo el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, los actores de la próxima elección presidencial o alguno de ellos con peso relevante, como Andrés Manuel López Obrador.

No debe descartarse la idea de que una decisión encubra la otra, con el propósito de que nadie se ostente como el operador tras las sombras de estas remociones.

También saldrá del aire “Águila o Sol”, también denominado “Los Alebrijes”, un programa de personalidad obsoleta, en el que se mezclaba la pretensión de hacer periodismo con acuerdos bajo la mesa y entrevistas “a modo” con funcionarios y gobernantes de todo nivel. Los conductores, con niveles diversos de rigor técnico –José Yuste, Marco Mares y Maricarmen Cortés- acumulaban juntos 11 años con un concepto que quizá no sea ya suficiente e incluso resulte adverso a la hora de abordar un panorama económico cada vez más incierto.

Lo que Televisa no dice oficialmente es que se encuentra en un severo proceso de recorte de personal a consecuencia de una baja en los ingresos que arrastra por años y que en cierta medida, se atribuye a una lenta reacción ante nuevos competidoras y tecnologías disruptivas, como las que exhiben proyectos como Netflix, Apple Tv y Amazon TV.

Nos aseguran que la televisora recortará el 20% de sus cerca de 20 mil empleados, es decir, que 4 mil de ellos, de todas las áreas y todos los niveles, perderán su trabajo en este diciembre.

Y para muestra un botón: La salida de los programas de Micha, Trujillo y López Dóriga incluirá el despido de todo el personal que colaboraba con ellos y que en no pocos casos, tenían más de 10 o 15 años en la empresa.

López Dóriga incluso «rescató» a un segmento del personal que su sucesora en el noticiero estelar de “Las Estrellas”, Denise Maerker había dejado fuera. Fue el caso de Santos Briz cuya sección “Las Mangas del Chaleco” fue retomado por López Dóriga en «Chapultepec 18». Pero en total fueron más de 20 personas que conservaron su trabajo gracias al citado «Chapultepec 18» y «Si me dicen no vengo»: camarógrafos, asistentes, productores, realizadores, jefes de información, coordinadores de invitados, reporteros, redactores, invitados y más.

Pero el área de espectáculos no se salva de los recortes ni de advertencias claras. Se les ha dejado muy en claro a los actores, actrices, productores, escritores, maquillistas, gente de producción y más, que tienen prohibido incluso asomar las narices a cualquier proyecto de Netflix. Nos aseguran que les advirtieron que una simple reunión, acercamiento o llamada sería argumento para en ese momento ser liquidados.

La buena noticia para el mundo digital y la competencia de medios de comunicación es que Micha -quien por cierto también fue liquidada de Grupo Imagen sin dar ninguna razón- y Trujillo migrarán a internet con proyectos personales que incluirán una apuesta en video interesante.

López Dóriga reforzará la producción de un informativo en su página que será a las 22 horas de lunes a viernes…, en el mismo horario de Denise Maerker.

La diferencia en torno a la transparencia en lo que pasa en los medios de comunicación entre México y otros países la podemos ejemplificar con la renuncia de Kristin Roberts, editora nacional de politico.com, el portal político más importante en Estados Unidos y cuya salida atrajo una cobertura a profundidad en medios.

Roberts decidió explicar en sus redes sociales que tras las elecciones presidenciales en Estados Unidos conquistadas por Donald Trump, consideró decepcionante el trabajo hecho por los más relevantes medios. Y en un comunicado explicó: «Las organizaciones nacionales de noticias que cubrieron las elecciones no hicieron un trabajo lo suficientemente bueno para ir más allá de la burbuja de los medios de comunicación de la ciudad de Washington D.C. y Nueva York. (Me voy porque) quiero un trabajo que me recuerde que el periodismo es un servicio público”.

EL PRÓXIMO 9 Y 10 DE DICIEMBRE será la 20a edición del Teletón. La campaña de este año se ha distinguido por mensajes austeros en los que se menciona que el Teletón ha dejado de recibir donaciones. La baja en aportaciones a este proyecto, de acuerdo a lo reportado, se notó en 2014 después de que la ONU lanzó dos recomendaciones al gobierno de México en el que no se debía estereotipar a las personas con discapacidad y no debía dar dinero a organizaciones privadas, sino enfocarse a sus propias instituciones. Este mensaje influyó en la serie de críticas que recibió el proyecto en aquel año. El cual, según Eugenio Derbez, conductor que sustituyó a Lucerito en 2014, no estaban recibiendo la ayuda deseada, aunque en una investigación realizada por Raúl Olmos encontró que fue uno de los mejores años de esta iniciativa.

Según el especialista, la cifra que se anunció fue de 474.143, 221 pesos, pero Hacienda recibió un reporte de 2, 497 millones de pesos, cinco veces más del que se informó en televisión. En 2015, tuvo que cambiar la estrategia, la meta ya no era lograr una cifra monetaria, sino un número de visitas a los Centros de Rehabilitación. Aunque logró este objetivo, el dinero recaudado fue 30 % menos que en 2014.