“3er. Informe. Un símbolo de perseverancia”
Xalapa constata una obra pública histórica, sin precedente; hecho que tiene una mayor relevancia por la adversidad en las finanzas públicas estatales, distinguiéndose por una buena administración municipal así como la honradez en el manejo del dinero del pueblo. Faltan muchas cosas por hacer, muchos caminos por andar y mucha gente que satisfacer. Por ello, el presidente municipal de Xalapa, Américo Zúñiga, denunció la falta en la entrega de recursos federales por más de 204 millones de pesos, por fondos federales tales como el Metropolitano, fondos de bursatilización, Fondo de Infraestructura Social Municipal (FISM) y Fondo de Aportaciones Municipales (FAM), hecho que afecta a todos quienes habitamos en esta capital del estado. Américo expresó que lo más importante es trabajar de frente a la sociedad, con la mirada puesta en un mismo objetivo, con acciones que eviten la corrupción y se distinga con transparencia en el cumplimiento del Plan Municipal de Desarrollo. Cumplir a Xalapa es ser congruente.
La congruencia es la relación coherente entre varias ideas, acciones o cosas. Es decir que se hace lo que se piensa y se dice, comúnmente la filosofía nos va definiendo orígenes y destinos entre lo que se hace y lo que se debe hacer, el bien hacer y el decir, el bien escuchar y el bien comprender. Cuando las personas anhelan gobernar sin duda deben de desatar una terrible batalla entre lo que bien debe hacer con base a la ley y lo que debe hacer de acuerdo a los intereses políticos de personas y grupos. Ahí está la congruencia o incongruencia de sus actos, los que al final tendrán una consecuencia. El filósofo católico, dramaturgo y crítico francés Gabriel Marcel dijo “Cuando uno no vive como piensa, acaba como vive”, o el filósofo chino Confucio quien dijo que “El verdadero caballero es el que solo predica lo que practica”.
La esencia es simple, cumplir la palabra comprometida, a pesar de las condiciones adversas, la voluntad y la humildad son la base del éxito. Es un hecho que muchos gobernantes municipales en Veracruz no pudieron cumplir con lo que se comprometieron en sus campañas electorales, ya sea de cualquier partido político, algunos por escases de recursos, otros por mal administrados y algunos por perseguir solo sus propios intereses. Las condiciones actuales en la finanzas públicas del estado de Veracruz han sido sin precedente alguno, es histórico, quedará en el resguardo de la historia como un momento vergonzoso que nos obliga a pensar, decidir y actuar sobre nuestra participación como ciudadanos. Somos ciudadanos que debemos salir de frente con el ánimo más fuerte que los problemas. Con la convicción de que somos un pueblo que ha sabido salir de los riesgos en la guerra y en las invasiones, en los desastres naturales y en la escalada de las carencias ante la incongruente realidad que vivimos en un edén, lleno de riqueza natural y que nos sabemos aprovecharlo al máximo. Si bien mucho tienen que ver las políticas públicas, también es verdad que el mayor porcentaje de responsabilidad está en las manos de la comunidad, de cada comunidad en relación con su entorno. Para hacer de lo que posee, oportunidades de crecimiento y desarrollo. Las comunidades que toman conciencia de sus condicione y privilegios, lo aprovechan y lo explotan en beneficio de sí mismos. Como los menonitas en Chihuahua, como ejemplo, que hicieron del desierto un lugar productivo. La ciudadanía de Xalapa, ya no está para estarse quejando que no le pavimentan en 20 años, si no es capaz de organizarse para si mismos, debemos exigir al gobierno que coordine esfuerzos comunitarios, apoyando en una corresponsabilidad solidaria para que se construyan soluciones. Ya no son tiempos de solo exigir, criticar y ofender a la autoridad, es tiempo de unirnos como vecinos y buscar soluciones donde la participación ciudadana es la base del éxito. Así como era antes, con una cadena de beneficios que se originen en el trabajo comunitario, ahora debe de ser en la vigilancia y denuncia, por si hay un mal servidor público. Pero unidos, muy unidos.
Hay que tomar medidas concretas y por ello la idea del Presidente de la Asociación Nacional de Municipios de México, Américo Zúñiga Martínez, todo lo que tiene que ver con el municipio, es perfectible.
Institucionalizar los esfuerzos es la prioridad, nuestra ciudad debe de regirse con reglamentos, leyes y reformas suficientes que impulsen el desarrollo con transparencia evitando que las siguientes administraciones solo por decisiones unilaterales cambien lo bueno y cancelen lo que si beneficia. Debemos incrementar la confianza mediante una agenda, involucrando a los ciudadanos cada vez más y mejor en la toma de decisiones publicas.
Hoy cuando muchos presidentes municipales de Veracruz no tienen para pagar lamentablemente sueldos y aguinaldos, Américo hizo un gran esfuerzo con el Cabildo para que se pague todo en tiempo y forma.
Es momento de hacer un código de ética, una agenda, una plataforma o un decálogo municipal que forje un principio moral que va más allá de la ley, con la legitimidad del pueblo.
Así lo consideró y lo consolidó en su obra Américo Zúñiga, un decálogo municipal ejemplar que sin duda será una guía para los municipios del país.
1. Requerimos ser un país de leyes flexibles y aplicación rígida. 2. El Cabildo le debe lealtad al pueblo nada más, no a sus institutos e ideologías políticas. 3. No hay niveles de gobierno, ninguno es subordinado al otro, son ordenes de gobierno y el más cercano es el municipal. 4. Debemos ser autoridades emblemáticas con ejemplo en la conducta diaria y en la decisiones consensuadas. 5. Más que combatir la corrupción es prevenirla con educación así como con modelos de control y vigilancia. 6. Debemos eficientizar la rendición de cuentas con la participación ciudadana. 7. La confianza es la riqueza que se agota cuando no somos congruentes. 8. Nuestros trabajadores son más importantes cada día, ningún proyecto político crece, si no cuenta con la legitimidad y respaldo de todo el equipo municipal en todas las áreas. 9. Debemos institucionalizar los esfuerzos que impidan que ante nuevas autoridades se retrocedan los logros y beneficios sociales, solo con la ley y con la participación ciudadana. 10. La actividad pública necesita fortalecerse y replantearse de frente a los ciudadanos, involucrándolos cada día más, mucho más.
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