SIEMPRE SE DIJO que dos años de gobierno, no eran saludables políticamente, pero menos administrativamente, pues en el caso de Veracruz, apenas si alcanzará para poner un poco de orden financiero, dadas las condiciones en que se encuentra por el desaseo económico en que lo dejara la pasada administración estatal.

El nuevo gobierno opera, ahora, con pocos recursos y que no le alcanzan, como ya lo hemos escuchado del propio gobernante veracruzano, para pagar ni lo más indispensable que es el salario de los trabajadores, luego de decretarse la famosa emergencia financiera.

El rescate económico de Veracruz, se ha ido postergando o quizá nunca llegue por parte de la federación, lo que apremia mucha más a la presente administración que tendrá usar toda la imaginación posible, pero también las estrategias más audaces para conseguir dinero, pues de éste dependerá, en el futuro, el correcto desempeño de la administración, refiriéndonos, necesariamente, al ordenamiento económico en sus arcas estatales, bastante saqueadas por la delincuencia organizada del gobierno anterior.

Y no es que ahora sea un nuevo gobierno con nuevas siglas, sino que la debacle económica, es ampliamente conocida por todos, por lo que no se puede pensar que muchos estén a favor del nuevo gobierno, tan solo porque hay nuevo sistema político en la entidad, proveniente de otras corrientes políticas distintas al Partido Revolucionario Institucional.

La verdad de las cosas, es que es bastante entendible la situación y el compromiso que ahora adquiere la nueva administración, con personajes distintos, con nuevas formas de gobernar y grandes posibilidades de que vengan con nuevos bríos y con plena voluntad de hacer algo por Veracruz. el problema es que no hay dinero y esto que ahora le esta pasando a los panistas, también le hubiera pasado a los morenistas o cualquier otra organización política, incluso, al mismo tricolor.

No hay dinero y esa es la gran duda de que el nuevo gobierno pueda salir adelante, más cuando cuenta, solamente, con dos años, constitucionalmente hablando, tiempo en el que se insiste, no es suficiente para lograr los objetivos de quien manda en Veracruz, principalmente, en materia de obra pública y demás proyectos y programas concebidos desde antes de conocerse la verdadera realidad económica de la entidad.

Y la cuestión esta en que la solución de estos problemas se alcanzan, muchas veces, con unidad de todos los actores políticos, lo que en este momento, tampoco se da, debido a que los enconos siguen estando presentes, aún después de que han pasado ya por lo menos seis meses de haber pasado las elecciones y haberse concretado, apenas hace diecinueve días, que hoy se cumplen, la verdadera sucesión gubernamental.

No hay quien jale parejo, ni tampoco quien lo acepte. Los Senadores de la República, los del PRI, no parecen, todavía, dispuestos a participar en un gobierno de dos años que pertenece a la oposición, ni tampoco, como ya lo hemos señalado, que haya quien pueda admitir que los legisladores veracruzanos, son parte del gobierno y de la representación popular, pues bien se ha dicho en varias ocasiones, que tales servidores públicos, no sirven directamente a un partido, sino a toda la población que fue la que votó en determinado momento para tener esa representación en la legislación de la federación.

Pero son cosas de la política, que en estricto sentido, en este momento debieran desaparecer para dar paso a un proceso de rehabilitación, de sanación de heridas, sin olvidar por todos los bandos que participen, que hay responsables y que se tienen que castigar para que este fenómeno que forma parte de la corrupción, no se vuelva a repetir, tanto en Veracruz, como en todo el resto del país.

Sin embargo, son dos años y en ese tiempo, no se pueden ni conciliar las más simples repercusiones del enfrentamiento electoral.

Más bien este tiempo, servirá para que las fuerzas políticas traten de recomponerse y prepararse para la próxima contienda política, que será la elección municipal, con especial atención al proceso de sucesión, cuando más en un año, aunque haya quien diga que el proceso municipal, no es importante para la sucesión presidencial y gubernamental, cuando en realidad, esta elección puede reflejar la situación política en el interior del propio Estado.

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EN EL TRANSCURSO de nuestra vida, hemos procurado hacer amigos. Esto ha sido parte importante de nuestros objetivos y parece que poco a poco lo vamos logrando.

Y digo esto, porque el pasado sábado diecisiete, muchos de ellos, dispusieron de su tiempo para enviarme, por diversos medios, su felicitación con motivo de mi cumpleaños, lo que refleja, sin duda, que siempre hay alguien que se acuerda de uno.

Es pues, momento propicio, para hacerles patente mi profundo agradecimiento a todos los amigos y familiares que reconocieron nuestra presencia, todavía, en este complicado, pero cautivante mundo en que vivimos.

Gracias a todos, nuevamente.

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