Paula Hitler era la hermana menor del dictador Hitler y la única que junto a él llegó a la mayoría de la edad adulta de los cinco hijos de la familia Hilter.
La relación entre hermanos no fue muy fluida. Se veían sólo una vez al año y Hitler le sugirió cambiar su apellido al de Wolff cuando dejo Múnich y se mudó a Austria. Siempre vivió a costa de la dieta mensual que le enviaba su hermano, incluso en ocasiones acompañaba el envío con regalos como caramelos, galletas o jamón español.
Paula nunca se interesó en los asuntos del partido, no tuvo relación con el movimiento nazi, algo impulsado por su propio hermano. Durante la guerra trabajó de secretaria en un hospital, y una vez finalizada la contienda fue retenida durante bastante tiempo por el servicio de inteligencia del ejército norteamericano.
Ya liberada, trabajó en Viena en una tienda de arte, para más tarde trasladarse a Berchtesgaden. No se casó y siempre vivió sola hasta su muerte en Hamburgo en 1960.