Por Ramón Durón Ruíz (†)

El viejo Filósofo quiere que hagas del 2017 el año más espectacular de tu vida. Así que te invito que día a día pienses en grande. Te convoco: A que tengas la fe de creer en el poder del ser más espectacular del universo: TÚ; A que salgas a sembrar en tu camino amor y esperanza; A dar todo, poniendo en juego tus sentidos corporales y extra corporales, no permitas que se quede algo de ti en el casillero de tu vida.
Ábrete a deliberar positivamente, a pensar en grande y soñar con un mundo mejor, y en la búsqueda de tus sueños, pon en juego todas tus aptitudes, todas tus capacidades, todos tus talentos, que en esta vida no estás por casualidad, porque tú naciste para ser grande.
Se generoso con quienes te rodean y con la gente de tu vida, ejercita el poder de dar; dar amor, dar bendiciones, dar afecto; has el bien en todo lugar y a toda gente, sabiendo que dar, es la mejor forma de poner en contacto tu energía con el universo, porque eres capaz de devolver a la vida lo mucho que te da.
HOY es el momento, este es el lugar en el que la derrota sea pobre y tú un ser excepcional, que uniendo mente cuerpo y alma, te encuentres con la grandeza para la que fuiste creado.
2017 es el año en el que reconozcas los cientos de dones que posees y que estás hecho para la felicidad. Que cada nuevo amanecer en la quietud y la sabiduría que trae el silencio interior, –que te relaciona amorosamente con la energía del cosmos– tengas la sensibilidad de recibir y despertar tu nueva conciencia.
“Echa en saco roto” todas las ofensas y los agravios, ejerce el poder del perdón, es altamente milagroso y sanador; recuerda que los pensamientos tienen impacto directo en tu espacio físico y emocional.
Este año está marcado para que tengas la sabiduría de recordar que tu cuerpo es tan perfecto que se auto sana, así que dedícale tiempo para bien alimentarlo, ejercitarlo, amarlo, cuidarlo y respetarlo, que a final de cuentas es el único que te acompañara hasta tu partida. Decreta: “Soy más grande que mis problemas, y sólo la abundancia de bienes y de dones entra a mi casa.”
HOY, te invito a que te abras y estés dispuesto a reconciliarte con tu pasado, que no te tenga sometido, deja atrás el odio, el resentimiento, el rencor, la ira, todo eso que te estorba para tu evolución y decídete ¡YA! a levantar vuelo… al que por derecho propio eres merecedor.
Hay gente que busca llenar el vacío de su vida con ropa, autos y artículos de lujo, pero sólo descubren que el vacío es insaciable, nunca se llena con las cosas materiales; Colma, ¡Sí! tu vida con el milagroso poder del amor.
No tengas miedo al futuro, el miedo debilita todas tus potencialidades y atrae el desorden; lo contario al miedo es el amor, llena tu espíritu de él. Paracelso afirmaba: “Cuando el alma está fuerte y limpia, todo sale bien.”
Abstente de pobretearte, lamentarte, criticar y ser vanidoso, que son actitudes que rompen y desequilibran la armonía interior que el universo tiene para ti. Recuerda que llegaste con dos tareas a esta carnalidad: triunfar y ser feliz… lo demás déjalo en manos del Señor.
Cada mañana ejerce el regalo de sonreír, recuerda que “La sonrisa es una línea curva que todo lo endereza”.1 y no olvides que: “El dinero no da la felicidad… sobre todo si es poco”
A propósito de reír, “llega un gallego a una empresa citrícola de Güémez a pedir chamba, lo envían al Departamento de Recursos Humanos. Ahí lo entrevistan para evaluar sus conocimientos:
— ¡Explíqueme que son los rayos catódicos!
— Joder macho, que cosa más fácil ¡que los rayos catódicos son Isabel y Fernando!
— ¡Ah caray!, entonces, –pregunta el entrevistador– si Isabel y Fernando son los rayos catódicos, ¿quiénes son los Reyes Católicos?
El gallego con una mirada de ¡por favor!:
— ¡Pues, Melchor, Gaspar y Baltasar!
— Bueno y si Melchor, Gaspar y Baltasar son los Reyes Católicos, ¿quiénes son los Reyes Magos?
El gallego, extrañado por la pregunta le dice:
— Debe ser una broma macho, que no sabéis, ¿quiénes son los Reyes Magos?
— ¡NO! dice el jefe de Recursos Humanos.
El gallego se le acerca y le dice en voz baja al oído:
— Pues joder, que ¡LOS REYES MAGOS SON LOS PAPÁS!”
1 Phyllis Diller.
filosofo2006@nullprodigy.net.mx