A tres días de que inicie el gobierno de Donald Trump en Estados Unidos, la Comisión Permanente del Congreso de la Unión mexicano emitió un punto de acuerdo en el que, entre otros planteamientos, reitera que no se aprobarán recursos para la construcción del muro que el país vecino del norte busca levantar en la frontera y exhortó al Poder Ejecutivo dejar clara esta posición.
Además, rechazó de manera enérgica las declaraciones y amenazas de Trump contra México y se pronunció por una relación bilateral basada en el beneficio, respeto, la cooperación, la prosperidad, la seguridad y el desarrollo de ambas naciones.
El presidente de la Comisión Permanente, Javier Bolaños Aguilar, leyó un acuerdo de siete puntos, por el que el Congreso de la Unión manifiesta su posición en relación a la toma de protesta de Donald Trump, como presidente de Estados Unidos, el próximo 20 de enero.
La Comisión Permanente exhortó al Ejecutivo federal para que, a través de la Secretaria de Relaciones Exteriores, emita un pronunciamiento oficial respecto de las posturas de política exterior contra nuestro país, que ha anunciado Donald Trump.
Asimismo, para que diseñe y dé a conocer las estrategias de protección del interés nacional ante las políticas antimexicanas anunciadas, que contengan las acciones necesarias para prevenir las posibles consecuencias de su implementación.
Exige al próximo gobierno de Estados Unidos el respeto a los derechos humanos de los mexicanos en esa nación, incluido el de la libre disposición y envío de la remesas, sin gravamen alguno.
Demanda el cumplimiento irrestricto del derecho internacional, en particular del derecho humanitario y consular y de los acuerdos y convenios bilaterales, suscritos por ambas naciones.
La Comisión Permanente reclama el estricto cumplimiento del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y de las reglas del comercio internacional, rechazando posiciones unilaterales que desincentivan la inversión en México y que impactan negativamente en la relación bilateral.
Exhortó a la Cámara de Senadores para que, en el ámbito de sus atribuciones constitucionales, realice reuniones con los presidentes e integrantes del Senado de la Unión Americana, a fin de desarrollar una agenda bilateral en beneficio de ambas naciones.
