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Excélsior

Se ha convertido en una costumbre que Cruz Azul sea blanco de críticas, memes, y todo tipo de burlas incluso achacándole los fracasos de otros debido a las casi dos décadas que tiene la escuadra cementera sin levantar un título de liga.

Las finales perdidas de manera increíble, los refuerzos que llegan hasta la mitad del certamen y los cinco torneos que tienen los de La Noria sin acceder a la liguilla, son el pretexto perfecto que encuentran muchos para mofarse de este equipo histórico del balompié nacional.

Pero quizá los más jóvenes no sepan que algún día existió una poderosa Máquina Celeste, que en muy poco tiempo y a base de levantar trofeos, se hizo de una numerosa afición y le compitió en grandeza al América y al Guadalajara.

Quizá sea buen pretexto el aniversario 53 del ascenso de este equipo originario de Hidalgo, para acordarnos de los que le dieron gloria y con goles y campeonatos construyeron el apodo con el que hoy se les conoce; La Máquina.

Después de militar tres campañas en la segunda división, Cruz Azul consiguió el ascenso al máximo circuito de la mano del estratega húngaro Jorge Marik. El primer partido de liga de los cementeros tuvo lugar el 6 de junio de 1964 en Monterrey y el resultado fue una goleada de 4-1 a favor de los Rayados.

Apenas cinco años más tarde, en 1969, con una victoria sobre los Esmeraldas de León, el equipo cementero aseguró el liderato del torneo (que en aquel entonces se jugaba a puntos) y así levantó el primer título de liga de su laureada historia.

Ya en la década de los setentas, Cruz Azul escribió una de las historias más gloriosas de nuestro balompié, como la del Campeonísimo Guadalajara o la del América de los ochentas.

Aquella Máquina de Marín, Guzmán, Quintano, Sánchez Galindo, Pulido, Victorino, Alejandrez, Flores, Bustos, Vera, Muciño y que se paulatinamente se renovaba con elementos como Cornero, López Salgado, Lugo, Jara Saguier y Mendizabal, se convirtió en un equipo de leyenda ganando siete campeonatos en doce años.

Diecisiete años después, en 1997, Hermosillo, Palencia, ‘Conejo’ Pérez, Adomaitis, Galindo, Sixtos, Reynoso, Castañeda, Sixtos, entre otros, se convirtieron en los últimos héroes que le dieron su octava estrella al escudo cementero.

La historia reciente está más que contada y repasada, la tragedia acecha a La Máquina en las finales y los años, los jugadores y los técnicos han pasado sin poderle regresar el brillo de antaño a la Máquina Celeste.