Distintos eventos paranormales están viviendo guardias de seguridad y trabajadores petroleros, que se sitúan cerca de la inactiva planta Clorados III de Petroquímica Mexicana de Vinilo (PMV), que en el pasado 20 de abril del 2016 quedó marcada por una tragedia que dejó mas de 30 trabajadores muertos y cientos de heridos.
De acuerdo a las versiones vertidas por algunos trabajadores petroleros, en la planta en donde se suscitó la potente explosión, están ocurriendo fenómenos extraños, durante las noches logran ver lo que creen son personas, pero tras poner mayor atención ante sus miradas atónitas estas desaparecen.
Aseguran escuchar fuertes gritos, muchos de estos en los cuales piden ayuda, situación que desatado temor entre el personal. Manifiestan que tras la desgracia, la planta fue cercada con maya ciclónica, por lo que nadie puede ingresar, además que a las afueras cuenta con personal de vigilancia ajena a Pemex, que se encarga de mantener el orden en el lugar.
Por ello descartan que los lamentos sean provocados por individuos que se introduzcan a las destrozadas instalaciones. Los aterradores gritos ponen ‘la piel de gallina’ al personal de vigilancia, que también logra escuchar ruidos de cosas que se mueven en el interior, pero durante las mañanas corroboran que todo está como ha permanecido durante varios meses.
Exponen que consideran esta situación lógica por el número de muertos que dejó la potente explosión que cimbró al sureste veracruzano, así como al país entero, por lo que de acuerdo a las creencias religiosas es necesario realizar rezos en el lugar para que las almas encuentren eterno descanso.
Las destruidas instalaciones sólo cuentan con algunas lámparas, la mayor parte permanece en penumbras que lo hace más tétrico.
Hasta el momento trabajadores petroleros del complejo Pajaritos, desconocen cuando darán inicio las labores de reparación para reactivar la siniestrada planta o si simplemente esta quedará en el olvido por parte de Pemex, que operaba en asociación con la empresa Mexichem.
