La caída en picada de la producción petrolera en México se podrá revertir en el 2020 y hasta el 2040 regresar a los niveles de la mitad de la década pasada, cuando se volverán a producir 3.4 millones de barriles diarios, según la Agencia Internacional de Energía (IEA, por su sigla en inglés).
En los próximos tres años, la producción seguirá cayendo para llegar a sólo 1.9 o 1.8 millones de barriles diarios. En versión de la IEA, la recuperación vendrá principalmente del esfuerzo de las empresas privadas que van a explotar nuevos campos que se incorporan a la producción por las posibilidades que abre la reforma energética.
Para el 2020, 1.6 millones de barriles vendrán de los campos existentes y 300,000 barriles de los nuevos campos, pero para el 2040, 2.1 millones serán de los nuevos campos y 300,000 barriles de los campos existentes. Implica un cambio total del actual mapa productivo del país.
En el 2004, dentro de 23 años, 29% de la producción será de aguas profundas, 24% de aguas someras, 21% de terrestre convencional, 15% de los campos actuales y 12% de terrestre no convencional, según la IEA.
Ésta sostiene en sus proyecciones que en el 2017, los precios del petróleo se van a estabilizar en 50 dólares por barril y en el 2030, dentro de 13 años, en 75 dólares por barril, y que sin la actual reforma energética en el 2040, México sólo estaría produciendo 2.3 millón de barriles diarios y no 3.4, como se estima.
El documento Mexican Energy Outlook 2016, publicado por la IEA, asegura que México, del 2016 al 2040, requiere una inversión de 640,000 millones de dólares para exploración y explotación petrolera, 240,000 millones de dólares para el sector eléctrico y 130,000 millones de dólares en eficiencia energética.
En el 2040, México producirá 43% de su energía de fuentes limpias, según esta publicación. Esto porque la participación del carbón baja de 11 a 1% y la del combustóleo de 11 a 0%, y crecer la generada por el gas natural de 56 a 57%, la hidroeléctrica de 11 a 13%, la eólica de 2 a 14% y la fotovoltaica de 1 a 10 por ciento.
La Secretaría de Energía sostiene que la inversión en el sector energético es rentable en México aun con el precio de 35 dólares por barril. Esto porque el costo promedio de producción por barril es de 16 dólares. Así, el margen de utilidad es de 19 dólares por barril. Esto es lo que explica el éxito de las distintas licitaciones.
Los efectos positivos de la reforma energética sólo se van a ver en el mediano y largo plazo. Así, por ejemplo, el primer barril extraído de aguas profundas va a estar en el 2028, dentro de 11 años. A partir del 2020, en tres años, la capacidad productiva del petróleo crudo se empezará a recuperar lentamente, para llegar a sus máximos históricos en el 2040. En los próximos años, la industria petrolera será muy distinta de la que conocimos en los últimos 80 años.
Twitter: @RubenAguilar