HA HECHO bien el alcalde de Xalapa, Américo Zúñiga Martínez, en promover, a nivel nacional, que los municipios de todo el país, tengan la posibilidad de que se fortalezcan para que puedan cumplir de la mejor manera con sus objetivos.
Se ha dicho y es cierto que las autoridades municipales, son aquellas que más cerca se encuentran de los ciudadanos, y donde hay, sin duda alguna, una mayor comunicación con el pueblo.
Se requiere que el Municipio, sea fortalecido económicamente y que muchos de los proyectos de obra pública, que ahora todavía se encuentran dentro de la administración pública estatal, pasen a ser responsabilidad directa de las administraciones municipales. Eso sería, de alguna manera, ideal, aunque todos sabemos que son los intereses económicos los que han impedido e impiden todavía que al municipio, se le otorguen mayores facultades para la construcción de la obra pública.
Y es que la ciudadanía encuentra mayor atención, más directa y cercana, con los alcaldes de cada municipio. Es ahí donde se presentan las mayores peticiones para solucionar problemas de servicios y en donde, se tiene mayor conocimiento de las prioridades en materia de obra pública.
El municipio, en la actualidad, esta obligado a cumplir con muchas promesas que se hacen, incluso, desde el gobierno del Estado, porque el contacto es más permanente con los ciudadanos.
El fortalecimiento del municipio, no significa, solamente, que se le busque aumentar su presupuesto, sino también, que los recursos que le corresponden, lleguen a tiempo y en forma directa, tanto del Estado, como de la federación. Ese sería un sistema de gobierno que proyectaría un mejor futuro para el país, además de que se cubrirían muchas de las necesidades básicas de los ciudadanos, encontrando con ello, un mejor desarrollo a nivel nacional.
Claro, y esto hay que significarlo, todo mundo buscaría ser alcalde de su municipio y la política municipal, se ampliaría, de tal manera, que habría de generarse una mayor ebullición política con rumbo a la sucesión municipal, pues ahora, aunque sigue siendo de un profundo interés, muchos de los buenos ciudadanos, honrados y transparentes, ya no están tan interesados en alcanzar una presidencia municipal, porque tendrían que invertir lo que no van a poder recuperar más tarde.
El fortalecimiento de los municipios, no es cosa fácil, pues no es solamente, otorgarle mayores facultades, más presupuesto y recursos para cumplir con sus programas y proyectos, sino que se tendría, además, que implementar un mejor sistema de vigilancia en el debido uso de los recursos, tener a las haciendas municipales, más vigiladas que nunca y obligadas a rendir cuentas en menor tiempo y justificar plenamente las inversiones, principalmente, en obra pública, pero eso sería cosa de una buena legislación hecha bajo profundo análisis y no a la carrera como sea acostumbra hacer las cosas.
Mientras tanto, se considera que las peticiones de los alcaldes, como es el caso de Américo Zúñiga Martínez, que no tan solo por ser el Presidente Municipal de la capital veracruzana, tiene la posibilidad de hacer notar estas necesidades en los foros más importantes del país, sino que tiene una representación que pesa a nivel nacional, como es la presidencia de la federación nacional de municipios de México, organización que ha logrado superar muchos de los problemas de los municipios de México, pero que además, constituye la más fuerte opinión en relación a las necesidades municipales, por lo que, el fortalecimiento municipal, será, sin duda, una esperanza que pronto se tomará en cuenta y habrá de beneficiar a las futuras administraciones municipales, tanto de Veracruz, como del país entero.
Justos, son los tiempos, en que ha nacido esta organización para darle al municipio su exacta dimensión, su verdadera ubicación dentro del sistema administrativo nacional, para dar cumplimiento a las promesas que se hacen a los ciudadanos, pero ante todo, para concretar acciones que muchas de las veces no se llevan a cabo por estar en manos del Estado, y lejos de los propios ciudadanos que anhelan permanentemente, el desarrollo de sus propias comunidades.
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LA DEMOCRACIA en nuestro país, se ha desvirtuado constantemente y ya no se respeta, en primer punto, la verdadera autoridades del pueblo.
Ahí esta por ejemplo, en estos momentos, los casos de muchos legisladores veracruzanos, que apenas integraron al Congreso del Estado, y ya están pidiendo licencia a la legislatura, para poder separarse del cargo, para ir en busca de una Presidencia Municipal, que también, como se sabe, es un mandato directo de la ciudadanía.
Lo raro de todo esto es que a través del tiempo se ha aceptado esta formula política del pequeño saltamontes, pues van de una posición de carácter político electoral, a otra que es de la misma condición, es decir, que se trata de una elección popular, por lo que un personaje de esta naturaleza, esta ocupando dos cargos de elección popular, pues la diputación la sigue conservando, en virtud de que no puede renunciar a la misma, cuando ya esta adquiriendo otra.
Esto no puede ser posible desde cualquier punto que se le vea.
Un puesto de elección popular, no puede ser abandonado, aunque sea por autorización expresa del pleno legislativo, sino que la persona que la adquiere debe cumplir con su encargo hasta el final que la propia constitución define como periodo de ejercicio y que el mismo pueblo decidió elegir.
En este caso no hay democracia, porque no se esta cumpliendo con el mandato popular, es decir, con la autoridad que solo el pueblo tiene.
Es tiempo, pues, de corregir esta forma de antidemocracia y no permitir que una persona se pueda ausentar de su cargo para atender otro, que viene, necesariamente, del mismo origen.
Podría ser y se justifica, en el caso de que una persona sea llamada a cumplir con otro encargo, de carácter político o administrativo, pero nunca para obtener otro mandato popular, porque entonces se estará duplicando este mandato, el cual, solo se otorga para una sola responsabilidad.
Ojo, la Legislatura del Estado, esta obligada, más que nadie, a observar estos detalles y no burlarse más del pueblo, de su gente y sobre todo, de su propia autoridad.
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UNA DE LAS PEQUEÑAS salvedades que podrían tener los diputados, para poder saltar a otra posición de carácter electoral, sería, en todo caso, aquellos que llegan a la Legislatura del Estado, o de la misma federación, por la vía plurinominal, pues aquí no se considera una elección directa del pueblo, sino una formula elaborada por el mismo poder que vino a solucionar muchos de los casos políticos, dizque de representación de minorías, cuando en realidad, no hacen falta, toda vez, que un diputado, se convierte en legislador de todo el Estado, o la federación, al llegar a formar parte del congreso.
En nuestro sistema político, no hay falta de representación, como se ha dicho, sino que hay exceso de representación, que no es lo mismo, pero que este invento político, se creó para satisfacer ambiciones políticas de grupo, como es el caso de los propios partidos políticos.
Estos diputados plurinominales sí estarían en posibilidad de buscar una nueva posición, porque no fueron electos directamente por el pueblo.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.
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